LA MIRADA PERDIDA
¿Hacia dónde estás mirando
si tu Hijo ya no está
en la Cruz el Viernes
Santo?
Acaso...
¿acaso ya no te acuerdas
cómo sábanas de Nardos,
en manos de dos varones
fueron su Cuerpo bajando,
y dejándolo en el suelo
a los pies de tu
Quebranto?
¿Hacia dónde miras, Madre?
¿Hacia dónde estás
mirando...?
Lo acunaste en el Regazo,
sobre un pliegue de tu
manto.
Acaso...
¿acaso ya no te acuerdas
que fueron mares tu
Llanto,
y desbordaron al mundo
ya de por sí desbordado
con la Sangre de tu Hijo
cuando al mundo fue
Clavado?
¿Hacia dónde miras, Madre?
¿Hacia dónde estás mirando
que al verte así me parece
que me está faltando algo?
Y me falta la Firmeza,
esa que estás demostrando
tan sola al Pie de la
Cruz,
llenos tus ojos de espanto,
que van perdiendo la luz
al quererlo tanto y tanto.
¿Hacia dónde miras, Madre?
¿Hacia dónde estás mirando
si tu Hijo ya no está
en la Cruz el Viernes
Santo?
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