LA PLAZA DEL ALTOZANO
(Apuntes)
Aunque son muchos los autores que han dedicado su tiempo e investigación a este tema, he creído necesario volver sobre ello a título de recordatorio al tiempo que aprovecho la oportunidad para aportar algún dato nuevo con que dejar enriquecido este humilde trabajo.
La
Plaza del Altozano no tendría su nombre actual hasta la Revolución conocida
como la “Septembrina” o “La Gloriosa” de 1868 según plano de Álvarez de
Benavides. Esta revolución supuso el destronamiento de Isabel II, y el intento
de conseguir por primera vez una España democrática a través de una Monarquía
Parlamentaria con Amadeo I, y que no dio resultado, como tampoco el intento de
alcanzar estabilidad en la primera República debido al golpe de estado que le
infligiera el General Pavía, el 3 de Enero de 1874, restaurando así de nuevo la
Monarquía Borbónica. Sería ese mismo año de 1868 en que, por primera vez, el
Tranvía tirado por mulas llegaría a la Calle San Jacinto con parada intermedia
en el Altozano en su trayecto entre Sevilla y Triana. No pasaría ya por una
Puerta de Triana de origen Almorávide, y que construida en 1585 fuera demolida a
primeros del citado año de 1868 al igual que sufrieron derribo los soportales; esta
decisión, a l parecer, fue un acuerdo del Consistorio Sevillano dirigido por su
Alcalde Francisco de Paula del Castillo y Urri.
Desde
que en el año 1852 quedara inaugurado el Puente de Isabel II, aunque conocido
universalmente como Puente de Triana, la Plaza del Altozano hasta finales del
primer cuarto del siglo XX, ha vivido grandes acontecimientos,
independientemente de que la Plaza dio vida a negocios como la Botica de Pedro
García de Soro, la Casa de los Amoladores o Figueroa (Corrales), las Tabernas
de Pedro Masote, Berrinche (José Sánchez), el Sol Naciente, el Sol Poniente, la
Perla o Perlita, un siempre recordado y popularmente conocido negocio como el
de “Rita la Calentera” , y que más tarde sería el de “Los Maños” hasta su
desaparición, sin olvidar el precioso
edificio de estilo Regionalista que alberga la Farmacia Botica de Murillo. Retomando
el hilo de aquel mediados del XIX, se construye en 1845 el establecimiento de
ultramarinos llamado La Unión Palentina, que anteriormente fuera Tienda de
Tejidos de la familia Sainz de la Maza, para acabar siendo su último
propietario don Maximino Alonso, natural de Palencia y en cuya torrecilla fue
colocado el reloj que identificaba, aunque de forma horaria, a Triana, un
mecanismo que realizara la firma Zugasti e Hijo, de Bilbao en 1853 y que dejó
de funcionar en 1911 para después de muchas reparaciones acabar siendo
eliminado.
Con los derribos, vendría el ensanche y con él mayor curvatura para
el paso del Tranvía ya eléctrico (1887) hacia la calle San Jorge. Del citado
establecimiento, desaparecía la Capillita
que a él se encontraba adosada y que daba culto viario a la Virgen de la
Concepción la cual y hasta esa fecha había estado insertada en el muro del
Castillo, cuando este había albergado Iglesia Parroquial;
El reloj pasaría a ocupar ese mismo año de 1924 el torreón del edificio de la Cía. Naviera Sevilla-Sanlucar-Mar y que a petición de Don Luis de Olaso, se proyectaría en el mes de Enero de 1922 siendo, al parecer, su constructor el mismo que en “La Torrecilla” y para la incipiente Barriada de León (actual Barrio León), construiría en una de las parcelas preparada al efecto, la que sería primera “Casa Piloto”. A mediados de 1943 la Compañía cerraría definitivamente quedando instalado en su lugar un Bar con el nombre de El Faro, nombre éste que, al parecer, le fue impuesto por encontrarse la azotea iluminada con un gran faro naval.
El reloj pasaría a ocupar ese mismo año de 1924 el torreón del edificio de la Cía. Naviera Sevilla-Sanlucar-Mar y que a petición de Don Luis de Olaso, se proyectaría en el mes de Enero de 1922 siendo, al parecer, su constructor el mismo que en “La Torrecilla” y para la incipiente Barriada de León (actual Barrio León), construiría en una de las parcelas preparada al efecto, la que sería primera “Casa Piloto”. A mediados de 1943 la Compañía cerraría definitivamente quedando instalado en su lugar un Bar con el nombre de El Faro, nombre éste que, al parecer, le fue impuesto por encontrarse la azotea iluminada con un gran faro naval.
En
este mismo año de 1924 y a petición del Distrito de Triana avalado por los
trianeros, éste solicitó del Ayuntamiento la instalación de una nueva
Capillita, proyecto que sería encargado al Insigne Arquitecto Don Aníbal González
y Álvarez Osorio, el cual la dejaría felizmente acabada en la Primavera de 1928
y de la que seguimos disfrutando en la actualidad.
Aunque
el primer ensanche de la Plaza del Altozano tendría lugar hacia mediados del
XIX, sobre los restos del Castillo que habían estado sirviendo de almacenes del
Ayuntamiento, quedaría levantado el Mercado de Triana.
En
ese rico primer cuarto del siglo XIX (1805) se habla de cómo se estrena la
famosa y única Ópera de Beethoven: Fidelio, asegurándose que en ella hace referencia
al Castillo, aunque otras voces aseguran que parte de la obra relata cierto
pasaje en el que figura la cárcel que en tiempos existiera en los altos de la
Puerta de Triana, y que fuera el lugar de cautiverio y muerte del III Conde del
Águila – Juan Ignacio de Espinosa y Tello de Guzmán.
Por
otra parte, también otro grande de la Música dejaría su impronta en esta Plaza
ya que en ella se localizaría uno de los escenarios en donde se desarrolló
parte de la obra “La Fuerza del destino”, y que en Noviembre de 1862 sería
compuesta por Giuseppe Verdi. En memoria de tal acontecimiento se colocaría en
Agosto de 2012 una placa alusiva en la esquina con la Calle san Jacinto.
Ya en la esquina contraria, San Jacinto con San Jorge, se
puede apreciar la casa que construyera, sobre los restos de otra aún más
antigua, Antonio Arévalo en 1926. El proyecto sería realizado por el joven
Arquitecto Sevillano Juan Talavera, una de sus primeras creaciones al tiempo
que ejercía como titular del Área de
Urbanismo del Ayuntamiento Hispalense.
También en el lado contrario, podemos
disfrutar de la Arquitectura de la casa que en el número 5 y aunque sin datos (...),
fuera el domicilio que el insigne Médico Otorrino, Malagueño, Don Vicente
Acosta tuvo en Triana cuando en 1935 se trasladó aquí desde la cercana Estepa donde
pasara su infancia; Tenía su consulta en la Calle Pagés del Corro; aún se
recuerda su bondad.
Así mismo, y lindando con el Mercado de Triana aún hoy se puede
contemplar la casa que se construyera anexa al edificio de la Unión Palentina y
que fuera sede de la entidad El Monte de Piedad.
Hacer clic sobre las imágenes para ampliar.
Juan Martín
Justino Matute
Manuel Macías
Autor
Wikipedia
Internet
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