CUATRO
ESTACIONES PARA
UN INCIERTO
ESCALOFRÍO
PRIMAVERA
Acumuladas como besos de
fina lluvia
forman caudal las
palabras en su afán de ser primeras,
pero en eso interviene el
Mago que hemos sido,
y guardamos el silencio
por amor a la Poesía.
VERANO
No siempre trae la noche
lo que uno espera...
Y así la Luna reine mejor
que de costumbre,
es bueno en esos casos un
velado bromazepán
que dé por fin un éxtasis
de fina envoltura.
OTOÑO
Ocurre que es más fácil
inyectarse una dosis
de optimismo, y creer que
si llegamos más lejos,
aquellos cuerpos más
sensibles acuden a la caricia,
y ya es nuestro el calor del
caprichoso antojo.
INVIERNO
Muy raro es en ocasiones
un perro por la calle,
o gentiles que rebusquen
anillos ya perdidos,
y es tan dulce el delito
veleidoso de estar solos,
como jugarse a un
envite: vino, cama y creencias.
Un lenguaje increíble, Santiago, se oye, aún sin rima, la música del texto. Enhorabuena.
ResponderEliminarA veces cuando en el atardecer la noche se estrella en nosotros formando mil destellos, la mente nos juega estas incertidumbres, y nosotros nos dejamos llevar, a veces, sin saber que esperamos... Un abrazo amigo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con José Luis, no rima y sin embargo, y aunque parece que no dices nada, cuanto encierran estas líneas. Felicidades. Alejandro Dársena.
ResponderEliminarGracias Ale. Te debo un café. Un saludo. Ya me diràs cuando vuelves.
ResponderEliminarGracias Ale. Te debo un café. Un saludo. Ya me diràs cuando vuelves.
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