SEMANA SANTA 2015

ESOTÉRICA CUARESMA 2015

El Fuego, el Agua, el Aire, la Tierra; estos Cuatro elementos son cada una de las piedras angulares y fundamentales sobre las que se apoyarán los evangelistas para hacer manifestación histórica de sus diferentes formas de pensar y actuar, así como de hacernos llegar la visión de unas inquietudes más allá de lo conocido en el plano Material.

            El más fogoso de todos no podía ser otro que Juan (Fuego). A él lo encontramos -según el N.T.- al pie de la Cruz y junto a la Madre; momento clave en el que recibe la inspiración más sublime y gracias a la cual acierta a reconocer la auténtica valía de su Maestro cuando ve destacar sobre el aún Azul del Cielo las letras impresas en aquella tablilla: I.N.R.I. (Ignis-Natura-Renovatio-Ignis) “El Fuego Natural Renovado por el Fuego”.

           Juan, el único que consiguió entender el más puro de los pensamientos que Jesús le transmitiera en el tiempo en que estuvieron juntos...: <<En las cosas del Espíritu, actúa sin pensar>> ello os llevará a mi Padre. Más tarde y en un encuentro consigo mismo, cuando su Maestro Expira, se da cuenta de que algo más extenso, algo que estaba archivado, pero no olvidado en los sótanos de la memoria, y a lo que él le había dedicado muchas horas de Meditación y Reflexión; lo había visto en un segundo con la más absoluta claridad; un instante en el que gracias a su rauda reacción no consintió dejar actuar a su Mente, había conseguido ver en un “Cliché” el que más tarde sería conocido como su “APOCALIPSIS”. Sin embargo...

           ...No, no existe el Fin del Mundo tal cual viene entendiéndose desde la noche más lejana; el momento de aquella Expiración le abrió una ventana a través de la que pudo ver cómo el Mundo para su muy amado Maestro terminó en ese justo momento, o lo que viene a ser lo mismo: Su Maestro “vivió” en aquel momento su Apocalípsis. Existen pues, tantos mundos como seres vivos; por consiguiente, el Mundo se acaba cada día, a cada hora, a cada minuto, a cada segundo...