LA CERÁMICA DE TRIANA EN TENTUDÍA

EL MONASTERIO DE TENTUDÍA

(Breves apuntes)

             Había que conocerlo personalmente y hasta allí fuimos, que digo fuimos, subimos, porque subir hasta el Monasterio no era fácil, poco menos que un puerto: 14 kilómetros de estrecha, aunque bien acabado firme, carretera en la que subiendo nos encontramos de frente con un enorme camión quedándonos obligados durante varios minutos, tanto su conductor como, yo a ver cual de los dos se decidía a pasar. Y fui yo el que a duras penas salvé el escollo. Ya me contará quien hasta allí fuere. Aunque ya se ha escrito y en cantidad sobre la obra de Pisano, no obstante, merece la pena. Sobre todo conocer en vivo estas imágenes que hoy os traigo con el apoyo de estos pocos apuntes.

             La iglesia del Monasterio de Tentudía en la sierra de su nombre y a cuyo pie se encuentra el pueblo de Calera de León, en la provincia de Badajoz, fue una iglesia adosada a fortaleza y que se asemeja en cierta medida a la fortificación de Aracena. Sería construida a mediados del siglo XIII estando considerada como una de las mejores muestras del estilo Mudéjar.

           La iglesia que a lo largo del tiempo sufriría diversas transformaciones, disfrutaría del deseo que el canónigo Diego Riero le concedió al respetar la cabecera quedando las capillas laterales inalteradas desde su construcción albergando así mismo laudas sepulcrales de diferentes maestres de la Orden de Santiago. Aunque el ahora Santuario disfruta de una consideración extraordinaria no es menos cierto que ello, se puede decir, se debe en gran medida al magnifico retablo de la azulejería de Triana que en 1518 realizara el genial y recién llegado Ceramista Niculoso Pisano tal cual reza en su firma en la parte inferior derecha del mismo.
           En el otro gran retablo situado en la capilla de Laudas, está representado San Agustín. Data de 1540 y aunque carece de firma, me comentan que posiblemente sea su autor algún colaborador del mismo Pisano.

         El retablo mayor fue mandado instalar en el presbiterio y  está formado por 640 piezas, alcanzando unas medidas de 3.4 metros de alto por 2.6 de ancho y con ambos retranqueos en las esquinas superiores y haciendo notar en él no sólo escenas relativas a la vida de la Virgen, sino que lo abre con un Calvario y haciendo figurar en su parte inferior a modo de resalte las imágenes del anteriormente citado José Riero y Pelay Pérez Correa - el cual tiene en el lado de la Epístola, magnífico lauda sepulcral realizado en Cerámica- nombre éste del Capitán de aquella mesnada del rey Fernando III que fuera victorioso en la batalla que diera nombre al monasterio, y que según la leyenda: “Habiendo visto el audaz Capitán que con el atardecer llegaría la noche sin poder derrotar a los infieles, se encomendó a la Virgen, y observó como en ese momento el sol se quedó quieto sobre las crestas serranas, hasta que tras alcanzar la victoria acabó desapareciendo por el horizonte: Se había obrado el milagro. La Virgen detuvo el día”.

 

 

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