EL GUADALQUIVIR Y SU EVOLUCIÓN
(Apuntes)
El río Guadalquivir: El medio natural del emplazamiento de la ciudad de Sevilla y en su doblez, el Barrio de Triana.
Tradicionalmente,
esta ciudad y su barrio de Triana han estado desde siempre afectada
por la eventualidad de los riesgos naturales.
En
la actualidad esta arteria fluvial presenta un alto índice de
humanización, como resultado de las obras hidráulicas que se fueron
efectuando a lo largo de la historia.
La
ciudad de Sevilla está ubicada en el territorio llano que atraviesa
su río en su último tramo de recorrido hasta el mar, antes de
entrar en las áreas marismeñas. Un centenar de kilómetros antes de
besar las azules y atlánticas aguas.
Ciudad
y Barrio, siempre han convivido en estrecha unión gracias, en primer
lugar a una Puente de tablas, y más tarde a una infinidad de
arterias de acero y hormigón que sobre sus aguas avecinaban a sus
gentes.
A
los sevillanos nos cabe el orgullo de saber que el Guadalquivir es el
único río navegable de España, y su puerto el único interior,
aunque ahora con una actividad la cual, gracias a los administradores
de turno, deja bastante que desear.
La
mejora de la navegabilidad se consiguió transformando el trazado del
cauce natural del río. Las obras de rectificación se iniciaron a
finales del XVIII,
y se han prolongado hasta la década de los ochenta del pasado siglo.
La política de “cortas” (canales artificiales que acortaron el
recorrido del río
mediante el estrangulamiento de sus meandros), permitiendo reducir la longitud
del cauce natural,
La
construcción de las cortas comenzaría en siglo XVIII (1795) con la
corta de la Merlina por Coria del río (proyecto de Scipión
Perosini), y continuó durante el siglo XIX (1816) con1a Corta
Fernandina o de Borrego, aguas arriba de Isla Menor. En 1888 1a Corta
de Los Jerónimos en Isla Mayor. Entre 1909 y 1926 (Moliní) y 1927
y 1950 (Brackenbury), se cambiaría el curso del río con las cortas
de Alfonso XIII. No obstante, los resultados más efectivos proceden
de las transformaciones operadas durante el siglo XX ya que en él
nos encontramos en 1948 con la Corta de la Vega de Triana con el fin
de salvar el nuevo cauce de enlace con la futura corta de la Cartuja,
y que sería demolido entre 1990 y 92.
Anteriormente
en 1965 las transformaciones dieron lugar a la Corta de la Punta del
Verde o de Tablada, así nos encontramos como en 1971 surgen dos
pequeñas islas: la llamada la Isleta, y la de los Olivillos, ambas
rodeadas por el antiguo y el nuevo cauce. En 1982 se comenzaría con
la realización de una nueva corta la de la Cartuja.
Las
ventajas que nos aportaron las “cortas” sería una mejor
navegación, que aparte de reducir las distancias hasta el mar, no
sólo serían también la eliminación de depresiones en el lecho del
río aliviándolo de hondonadas, sino el mejorar la fuerza de la
corriente..
La
historia de Sevilla y Triana, se escribe sobre una base preñada de
inundaciones infinitas. No sólo la violencia, sino también la
virulencia de la crecida de 1784, entre otros, que destruyó el
puente de barcas, e hizo que entrase el agua dentro del recinto
amurallado. Desde aquel año hasta la regulación definitiva del río,
conseguida durante las últimas décadas del pasado siglo, se han
producido más de 35 arriadas de diferentes niveles.
La
ciudad y Triana se han defendido de los riesgos de inundaciones
periódicas poniendo
en práctica estrategias distintas, según la voluntad de los
mandamases de turno, y el momento histórico unido a los nuevos
conocimientos de ingeniería en su desarrollo tecnológico. Las
medidas de protección fueron a mediados del XX desde la
construcción de los muros de contención en los márgenes urbanos,
como fuera el construido en el Barrio León y la Dársena, hasta el
cerramiento del río en Chapina, y la construcción de la esclusa de
Tablada en 1951.
Afortunadamente,
Triana, que siempre ha permanecido temerosa y alertada frente a las
grandes avenidas producidas por el río, pero que nunca perdió su
relación con él, llegó, aun a pesar de sus crisis, a cantarle como
como ningún río del mundo fue cantado.
Con
la celebración de la Exposición Universal de 1992 se impulsaron
óptimos cambios radicales. La intención de la planificación
municipal puesta en marcha con motivo
de acontecimiento tan internacional, y la seguida con posterioridad
al mismo, no ha hecho otra cosa que unir aún más a Triana con
Sevilla. El río Guadalquivir una pila de agua Bendita que no dejara de ser la calle ancha
que separa el casco histórico del Arrabal, y que ahora gracias a
aquella Expo´92 estará por siempre unida por sus muchos puentes.
Fuentes
documentales:
R.
Castejón U.B.
F.
J. Barragán
D.
J. Font
Archivo Fotográfico:
Internet y autor
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Interesante y valiosa entrada, con reportaje fotográfico estupendo, enhorabuena, Santiago.¿sabes lo que voy hacer? pues una entrada que hice hace tiempo de nuestro río que data: 20/9/10, titulada: "Yo, el Guadalquivir", etiqueta: "Historia y Curiosidades de Sevilla", la uniré al tuyo y quedará de lujo, al unir la versiones de otras épocas de la Historia a la más moderna que nos aportas y que me ha gustado muchísimo. "Chapó", y sin pamela, (en finolis)...
ResponderEliminar¡Menudo archivo les dejaré a mis niños!
Un abrazón, desde el Puente de Triana, que "er río se ve megón"
Yo, la de siempre...
Qué más te puedo decir que no te hayan dicho ya: ¡Eres única y na más...! Ea. Abracillos.
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