CUANDO
LA MENTE NO TEJE
A mi amigo
Jáime,
para que mate esa
“depre”
Hoy he llorado,
Con
desconsuelo, he llorado,
Como
llora el viento
Cuando
por el Olivar, desnudo,
Juguetea
caprichoso
Con la
verdad de la vida
Que muere
un poco cada día.
Sí, he
llorado,
Como
llora la pena
Que sin
querer nos embarga,
Y juega
con el sentimiento
Como si
él fuera el Yunque
Donde
golpea la razón.
Hoy he
llorado,
Sin saber
por qué, he llorado,
Como
llora el niño
En el
regazo de su Madre,
Pidiendo
ese pedazo de pan
Que se
antoja tan vital
Como la
propia existencia.
Si, hoy
he llorado,
Sin
explicación, he llorado
Como
llora el inocente
Viviendo
la impotencia
Ante la
dura prisión,
Siendo su
propio interior
El centro de la tormenta.
El centro de la tormenta.
Hoy, he
llorado.
Pero,
¿por qué he llorado?
¿Es
posible que el sentido
Sea tan
tonto,
Y de
imaginación tan cruel,
Que lo
que nunca ha existido
A mi me
lo haya hecho ver?
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