EL
ORIGEN DE COSTALES Y COSTALEROS
(Breves
apuntes)
No cabe la menor duda de que el término Sevillano “Costalero”, se abraza fielmente a aquella época en que los cargadores y descargadores en el Muelle de la Sal, principalmente, haciendo un remunerado trabajo extra, aportaban su esfuerzo a engrandecer la Semana Santa Sevillana hasta que llegado el año 1973, en el que serían los hermanos universitarios de la Cofradía de “Los Estudiantes” los primeros en meterse bajo las trabajaderas de su Cristo de la Buena Muerte. A partir de entonces se abrió una hermosísima ventana a través de la cual llegaron los nuevos aires costaleros para el resto de las hermandades.
El
Costalero, carga el peso sobre su cuello, concretamente sobre la
Séptima Vértebra Cervical. Esta labor la realizan protegiéndola
con un elemento a modo diferente de aquel de los muelles llamado
Costal. Aunque se mantiene el nombre varía el preparado en razón de
que este ha de ir bajo el soporte del palo “Trabajadera”. Por
regla general, el Costal del Costalero, y en medidas de 110 x 90
cms., es de tela de Arpillera en cuyo extremo y de forma muy
estudiada se enrolla una especie de almohadilla denominada
“Morcilla”. También es posible ver un Costal realizado con
Arpillera combinada con Lienzo Moreno o Muselina.
Los
palos o trabajaderas, están sobradamente estudiados, así como el
reparto de cada carga y hombre por cm2. Se da la circunstancias de
que existen casos en los que a algunos palo hay que ponerles un
suplemento para el mejor cuadre del Costalero. Estas bateas desde
donde hacia arriba arrancan los canastos o andas, y en las que son
colocadas las imágenes, pueden variar en cuanto a número de palos
debido al tamaño, modalidad y peso de cada paso sin olvidar la
diferencia existente entre el paso de Misterio y el de Palio, ya que
éste si bien es verdad que tiene normalmente menos peso, no es menos
cierto que contiene un elemento de singular dificultad: el vaivén de
las bambalinas por el desarrollo de su altura.
El axioma del Costalero:
...dejemos de soñar con aquello que vivimos,
y
vamos a vivir con lo que hemos estado soñando...
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Bonita entrda. Si señor. Saludos de Adrián. Córdoba.
ResponderEliminarGran lección sobre costales y costaleros, que para los que conocen la Semana Santa, tendrán un momento para revivir y los que se acerquen a los canastos o bateas por primera vez; les supondrá una verdadera exposición. Con este artículo y con los de siempre podemos decir. Santiago, ¡a esta es!.
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