Un día especial para renovar aquel tiempo...
QUISIERA
A mi mujer
Agosto
de 1968
Quisiera
Meterme
dentro de tu cuerpo.
Quisiera
Adentrarme
en tus entrañas.
Quisiera
Introducirme
en tus anhelos.
Quisiera
Perderme
en tus montañas.
Quisiera
Recorrerte
palmo a palmo.
Quisiera
En tu
interior poder vivir.
Quisiera
Penetrar
como hace el Salmo.
Quisiera
Ahí
siempre yo existir.
Quisiera
Conocer
tus pensamientos.
Quisiera
No
dejarte de sentir.
Quisiera
Yo
saber de tus lamentos.
Quisiera
Ser
tú misma, y tu sufrir.
Quisiera
Caminar
por tus adentros.
Quisiera
Yo
tus sueños compartir.
Quisiera
Estar
así cada momento.
Quisiera
Yo
contigo sonreír.
Quisiera
Ser
la piel que te a ti te envuelve.
Quisiera
Yo mi
sangre para ti.
Quisiera
Que
las dos se nos fundieran
Quisiera
El
corazón y su latir.
Quisiera
En tu
interior poder besarte.
Quisiera
Tu
alegría nunca herir.
Quisiera
De
esa forma siempre amarte.
Quisiera
No
dejarte nunca ir.
Quisiera
Con
tu ser estar fundido.
Quisiera
De tu
amor nunca partir.
Quisiera
Yo
perderlos mis sentidos.
Quisiera
Que
no se puedan desunir.
Quisiera
Bañarme
en tus sudores.
Quisiera
Ser
tu mismo mes de Abril.
Quisiera
Ser
tu gozo y tus temores.
Quisiera
Yo tu
Mayo compartir.
Bellísimo, descriptivo, hermoso y por supuesto, cualquier mujer se siente valorada, través de tu sentir, respetuoso y solidario. Me alegro de ser la primera en manifestartelo.
ResponderEliminar¡Orgullosa y contenta de ser tu amiga, Santiago! ¡Ay si todos fueran como tú, qué alegría y justicia habría por el mundo!
¡Venga un fuerte abrazó!
Mari Carmen.
Cuánto celebro tenerte por aquí Mari Carmen... ¡Qué buena señal!
ResponderEliminarUn abrazo mu apretao. Y como no podía ser de otra manera: Felicidades para ti también en vuestro gran día...