LA
ESCUELA DE JARDINERIA DE SEVILLA EN PELIGRO
Una Casa de Caramelo -dirían los Hermanos Andersen-. Y yo digo, y me pregunto: ¿Qué habrá detrás de todo este embrollo para haber obligado al personal de la Escuela de Jardinería de Sevilla, a verse en la necesidad de recurrir a la colocación de semejante S.O.S.?
Unos
apuntes sobre este precioso edificio obra del afamado Arquitecto Juan
Talavera Heredia, y que en 1925 le fuera encargada su construcción
por la Compañía Telefónica, el cual quedaría totalmente
concluido en 1927 y en el que el visitante puede comprobar que todo,
absolutamente todo resalta a la vista por lo hermosísimo de sus
detalles, trazados y cubiertas mitad de carácter regionalista
Andaluz y mitad Árabe; una obra que con vista a la Exposición
Iberoamericana de 1929, en apariencia habría de ser de corte
efímero, pero, que no fue así.
Como
podrá comprobar cualquier aficionado, esta obra de Juan Talavera,
dado su carácter constructivo dentro de la Arquitectura, no dejaría
de ser un paréntesis, teniendo en cuenta que en aquellos momentos el
estilo Neobarroco se encontraba en lo más alto. En “paralelo” a
las ideas de Anibal González sobre la Cerámica y el estilo Mudejar
nos presenta toda una gama de acabado artesanal donde no falta la
forja, la yesería y aquellos rosetones semejantes a los que se
pueden contemplar en el Convento de Santa Paula realizados por
Niculoso Pisano o los del principio del XX de Ramos Rejano.
Dignos
de mención, a mi humilde saber y entender, son los maravillosos
zócalos del recinto interior realizados por Casa González, a la
sazón propiedad de Anibal González cuya empresa proveería gran
cantidad de diversos materiales para esta construcción. Aunque no
encontré firma alguna, no es de extrañar que fueran pintados por su
sobrino Cayetano González.
Esta
parcela de terreno lindante con la Torre Sur de la Plaza de España,
de aproximadamente 1000 m2 sería concedida por la Comisión de la
Exposición con la sola idea de que allí fuera instalada una
Subcentral con todos los servicios de Telefonía, necesidad de un
acontecimiento que haría raya en la opinión de cuantos visitantes
de todas las partes del orbe mundial se dejaron caer por Sevilla. De
este modo, la entonces Compañía Nacional Telefónica no sólo
instalaría servicio de comunicaciones telegráficas y
radiotelegráficas con todos los países, sino que además y gracias
a la franquicia otorgada por la Dirección General de Comunicaciones
el pabellón sería utilizado en calidad de exposición de los más
avanzados productos que sobre Telefonía y Electrónica de
Comunicación se comenzaban a proyectar y fabricar en España.
A
comienzos de 1980 sería definitivamente abandonado por la Compañía
trasladándose al fastuoso edificio que el mismo Juan Talavera habría
proyectado en la Plaza Nueva en 1928. Como era de esperar al no tener
a partir de ese momento actividad alguna, éste se fue deteriorando
hasta que alguien con una luz poco usual solicitó la cesión del
mismo para la Consejería de Cultura de la Junta.
Al final y tras
diversos proyectos de uso, fracasados, sería, cerrando el milenio,
la Fundación Forja XXI la que se haría cargo de la recuperación
gracias entre otros ( todos inscritos en la placa existente a la entrada),
al alumnado de una escuela Taller. Quedaría definitivamente
restaurado y abierto como Escuela de Jardinería “Joaquín Romero
Murube” a comienzos del año 2000.
Fuente:
CEM
(Centro Estudios Medioambientales)Hacer clic sobre las imágenes para ampliar
Precioso este articulo, y lamento reconocer ser un sevillano de medio pelo pues aunque había oído hablar de este pabellón, reconozco que no lo conocía. Me ha encantado y sobre todo el trabajo que se toma, eso es sevillanía. Muchas gracias. Gabriel. Amate.
ResponderEliminarMuchas gracias por su ayuda. Antonio profesor.
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