Hay
momentos en la vida en los que uno no sabe, como decía el gallego,
si salir, entrar o quizás quedarse... Y uno de esos lugares es este:
“Afortunados aquellos que tuvieron y tienen el privilegio de
disfrutarlos siempre que lo deseen”. Y aun más: aquellos artistas
trianeros que fueron bendecidos para que los demás puedan disfrutar
de ello. Y este es el caso de un espectacular zaguán en el número
42 de la calle San Jacinto. Fue realizado en 1997 por Cerámica Santa
Ana y pintado por Salvador Valencia, un Pintor que me da la impresión
quiso, con este trabajo, hacerle su especial homenaje al gran Antonio
Kiernam Flores.
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