martes

LA CERÁMICA DE TRIANA EN SEVILLA



UN NUEVO TESORO CERÁMICO

             Una nueva etapa, y de nuevo me veo inmerso en un mar de gentes de todas o casi todas las partes del planeta; visitantes que aprovechan el buen clima sevillano para a pie, o a bordo de nuestro clásicos coches de caballos conocer cada uno de los mil detalles que cualquier rincón sevillano y en lo que a su casco antiguo, principalmente, se refiere posee con esa gracia que solo da nuestra bendita tierra.
            No se puede evitar el a veces parecer uno más de ellos: nacionales o extranjeros; el caso es que hoy he cogido un día que a punto estuve de dejar para otra ocasión, pero, no fue así ya que todo estaba escrito esa mañana en mi favor y los hados estaban conmigo, ya lo creo. No podía ser de otra manera, pensé al verme ante un portalón de la estrecha y tranquila calle Guzmán el Bueno: ¿Lo de Bueno, tendría algo que ver con esto que os relato? Posiblemente...
            Sin dudarlo me colé en aquel número tres: Tras una muy antigua cancela de filigrana pude extasiarme con la belleza, eso sí demasiado cargada para mi gusto, de plantas de todo tipo que, aunque maravillosas en esplendor, cuidado y brillos, perjudicaban al mismo tiempo la visión de cualquier amante de la cerámica que se preciara en aquel momento y no poder ver aquellos paños en su más extensa exquisitez.
             Ya los paños del zaguán lo decían todo. La rabia me corroía por dentro, pues no veía la forma de poder traerme algo de aquel tesoro que estaba medio escondido entre una jungla de irisado colorido.
              Decidido llamé varias veces. No respondió nadie. Salí a la calle, miré hacia los balcones y pude sorprender una cara que, pegada a los cristales, me observaba. No lo dudé un segundo: Entré de nuevo y llamé con insistencia... Al final un señor mayor bajó y cancela por medio le expuse mis deseos y el fin que me había llevado a tan firme insistencia. Pareció comprender y, llamando a la que sin duda era un miembro de la servidumbre, le dijo que me atendiera que él tenía que marcharse, pero, y esto lo dejó muy claro: ¡Cinco minutos y, por favor no mueva nada!
           Como pude, y moviéndome, eso sí, entre aquella hermosa vegetación plasmé estos parciales que bien pueden merecer tenerse en cuenta aun a pesar de que, por desgracia, no estén completos.
           Me indicaron, cumpliendo aquellas órdenes, que tenía que marcharme. Una pregunta sólo, -le dije a la joven que estuvo a mi lado todo el tiempo.
           -¿De quién es esta casa?
           Comprenda que no yo pueda hablar acerca de ello, pero, mire que casualidad ahí baja la señora que es la dueña, igual ella le quiera decir algo. En efecto. Cuando salía, pues se marchaba también a la calle, la abordé, y, ¡aleluya! Tras un cortés saludo se me abrió como una de aquellas flores de jarro que entorno a una columna de mármol blanco exornaban parte del patio.
          -Esta casa, me dijo, fue propiedad de Augusto Peyré pero cuando falleció en 1960 y al no tener hijos se la dejó en herencia a mi marido Jorge Olid, ahora nosotros somos los propietarios. La casa se compone de dos casas unidas y la fecha de su construcción debe de andar allá por el 1850 aunque los azulejos se colocaron más tarde. Lo que si le puedo decir es que con el tiempo todo se va poco a poco deteriorando por eso en 1925 hubo que hacerle algunas reformas importantes de las cuales se encargó, dada la amistad que les unía, don Aníbal González, ya sabe el que hizo la Plaza de España y tantas obras importantes para la Exposición Iberoamericana.
 



















 
 
Hacer clic sobre las imágenes para ampliar
 

3 comentarios:

  1. Santiago, aparte de felicitarte por los trabajos que están mostrándonos, me gustaría saber y esto es como aquello de la pregunta del millón. ¿Cómo es que ahora los ricos no se hacen sus casas con estas decoraciones de cerámica, porque que yo sepa buenos pintores de cerámica hay, no te parece? Saludos, Limón.

    ResponderEliminar
  2. Si que los hay, Paco, y muy buenos por cierto. No sabría decirte porque está sucediendo esto aunque quiero pensar que se han ido las ideas del buen gusto por la Cerámica; lo cierto es que colocar este tipo de paños en un piso como que no, pero, en esa cantidad de chalets y casas que existen por el Aljarafe... Creo que habré de organizarme alguna que otra vuelta a ver que pesco. De todas formas este tipo de Cerámica hoy sería demasiado caro, aunque, que duda cabe, que hay público para todo...

    ResponderEliminar
  3. Yo tengo cerámica trianera en mi chalé de Gines, y la tuve en mi casa de Cádiz, en el patio central y casapuerta, (zanguán), aquí...
    Y si tuviera dinero, me haria una casa con aljibes también...
    En Triana predomina el ARTE, con mayúsculas. El gran D. Aníbal González, escogió estas cerámica para su obra cumbre: la Plaza de España y para muchas otras...

    ResponderEliminar