lunes

COSAS DE SEVILLA


 
EL SONETO DE CERVANTES
 
             Si nos acercamos a la puerta conocida vulgarmente del Lagarto y que es por donde tienen acceso los visitantes a la catedral y la Giralda, observaremos que en el lateral derecho se encuentra una placa de las conocidas como “Cervantinas”, y en la que se puede leer que ésta fue colocada con motivo del famoso Soneto que don Miguel de Cervantes dedicaría al Rey Felipe II, tras el fallecimiento de éste, y que Sevilla erigiera un túmulo en la Catedral en honor de su Majestad. Pero no sería un Soneto cualquiera ya que la medida de este exige 14 versos. No obstante, don Miguel lo hizo apoyándose en el soneto con estrambote, un termino italiano que puede ser interpretado como extravagante, estrambótico, aunque se desconoce el por qué de tal decisión. El Soneto dice: Al túmulo del Rey Felipe II en Sevilla.
 
 
Voto a Dios que me espanta esta grandeza
y que diera un doblón por describilla,
porque ¿a quién no sorprende y maravilla
esta máquina insigne, esta riqueza?
Por Jesucristo vivo, cada pieza
vale más de un millón, y que es mancilla
que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla,
Roma triunfante en ánimo y nobleza!
Apostaré que el ánima del muerto
por gozar este sitio hoy ha dejado
la gloria, donde vive eternamente.
Esto oyó un valentón y dijo: "Es cierto
cuanto dice voacé, señor soldado,
Y el que dijere lo contrario, miente."
Y luego, incontinente,caló el chapeo,
requirió la espada miró al soslayo,
 fuese y no hubo nada.

                 Y ya para rizar el rizo, el autor de la placa, un pintor de la firma Mensaque, por más señas, tampoco se sabe porqué no se subordinó a cómo realmente comenzaba el primero del los versos y poniendo, al parecer, lo que le pareció más oportuno. Lease la Placa, y luego compruébese el Soneto, estrambote incluido.
 
 

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