EL CONVENTO
DE LA VICTORIA
(Apuntes)
.
El
Convento de Santa María de la Victoria con una ubicación aun sin
definir, se cree que estuvo en el gran solar que hoy ocupa el colegio
José María del Campo en el Barrio de Triana y que anteriormente
fuera la plaza de la Victoria y aún más anterior citada con el
nombre de Plaza de la Verbena, ya parcialmente urbanizada. Sería
fundado por la Comunidad de Mínimos de San Francisco de Paula. En
1516 año en el que obtiene la sesión de una Ermita Hospital en el
barrio de San Sebastián muy cerca del Puerto de Camaroneros bajo la
advocación de dicho Santo, y perteneciente al gremio de los
Calafates, disfrutaría de huerta, naranjal, una suerte de tierra de
labranza y alberca. Tendría como Prioste a Fray Diego Sánchez
Corchero el cual la reformaría quedando consagrada al año siguiente
por el Arzobispo de Sevilla Fray Diego de Leza, aunque con el
transcurrir del tiempo la ampliación posterior del templo alcanzaría
unas dimensiones extraordinarias para la Triana de la época. Lástima
que de aquel hermoso Convento Iglesia no exista documentación
gráfica; al menos yo no he podido conseguirla.
La
primera de las imágenes que traemos hoy es la de la Virgen de la
Victoria. Al parecer presidió el altar mayor de la Iglesia del
Convento de Santa María de la Victoria. Hoy ésta bellísima imagen
en actitud sedente y que tiene sobre sus rodillas al Niño se
conserva en la Iglesia Parroquial de la Señora Santa Ana en Triana (ante ella sería bautizado el insigne Trianero Alberto Lista en 1775).
Es de autor desconocido, aunque podría ser atribuida muy bien a
Juan Bautista Vazquez “el viejo”; Artista de procedencia
castellana (salmantino), en la época que en Sevilla sería el
introductor de un manierismo personal y en el cual hizo predominar la
formalidad de una ejecución diferente al conseguir un maridaje
perfecto entre armonía y elegancia. La talla podría datarse de
mediados del XVI. Juan Bautista habría llegado a Sevilla alrededor
de 1557 contratado para la finalización del Retablo Mayor del
Monasterio de Santa María de las Cuevas (La Cartuja). No sería sólo
ese trabajo el que realizaría en la capital ya que participaría
también en la conclusión del Retablo Mayor de la Catedral
Hispalense, así como la ejecución de una talla de Santa María para
la Parroquial de Carmona. Contribuiría en gran medida a crear la
Escuela de Escultura Sevillana.
Con la destrucción del
templo a mediado del XIX, se debilita la hermandad y la imagen de la
Virgen de la Victoria comienza una ardua labor de encontrar un lugar
en alguna Iglesia de Triana a donde poder seguir recibiendo culto. En
1881 encuentran Capilla en la Iglesia que los mínimos tenían en
Triana, pero, dos años después con su traslado a Málaga pasa a la
Real Parroquia de la Señora Santa Ana. En el año 1898 se la
restaura eliminándola las humildes ropas que la cubrían quedando a
la vista su policromía y la riqueza de una talla estofada Azul y Oro
la Virgen, y de un Blanco inmaculado el Niño.
Por
otra parte, tenemos que con la desaparición de la Iglesia se
presenta el gran problema, este no es otro que: ¿qué hacer con el
magnífico Retablo que ocupa el Presbiterio, el cual y aun siendo de
autor desconocido, se apunta a que muy bien pudiera haber salido de
las manos de Pedro de Campaña ya que su fecha de ejecución puede
estar entre 1690 y 1670. Este Retablo del más puro estilo Barroco y
de considerables dimensiones y diseño, es el que se encuentra en el
Altar Mayor de la Iglesia de San Jacinto en Triana, tras el fallido
intento del Arzobispo Judas Tadeo José Romo y Gamboa, natural de
Cañizar (Guadalajara), el cual en un viaje a Huelva, parece ser tuvo
intención de llevarlo allí. Fue uno de los más elocuentes
defensores concepcionistas.
En
aquellas fechas en que Juan Bautista trabaja en Sevilla, es
contratado por la Parroquial de la Señora Santa Ana, el escultor y
pintor flamenco, nacido en Bruselas, en 1503 Pedro de Campaña aunque
su nombre era Pieter Kempeneer. Éste con la ayuda del Pintor
sevillano Antonio de Arfián y el joven abulense Gerónimo Hernández
aun discípulo de Juan Bautista “el viejo” realiza el Retablo
Mayor de la popular Catedral de Triana, en el mismo año en el que
Bautista realizaría el Retablo de Santa María de las Cuevas, en
colaboración con otros pintores. Por este motivo se suscitan una
serie de envidias que al causarle ciertos disgustos decide abandonar
Sevilla marchándose a Bruselas en 1563.
Sobre
la talla de San Sebastián, posiblemente atribuida a Pedro de Aponte y
datada en 1503, se desconoce que pudo haber sido de ella, aunque es muy
posible se encuentre junto a la de San Agustín en el Retablo del Altar Mayor de la Iglesia del Convento de las Mínimas en Triana.
posible se encuentre junto a la de San Agustín en el Retablo del Altar Mayor de la Iglesia del Convento de las Mínimas en Triana.
Esta es una magnifica entrada, amigo, ha ampliado mis conocimientos sobre el barrio.
ResponderEliminarPor cierto, me gustaria saber si hubo alojada en el convento alguna hermandad de penitencia, aparte de la victoria
El Convento de Santa María de la Victoria, sólo acogería a una Hermandad no Sacramental, ésta sería la que el gremio de Calafates y carpinteros de rivera dedicarían a San Sebastián por haber sido fundada en la época en que aún era Ermita. Más tarde si serían fundadas allí dos hermandades: en 1554 la del Cristo de la Sangre y Nuestra señora de la Encarnación, y en 1560 la de la Hermandad de la Estrella.
ResponderEliminarUn abrazo José Luis.
Que curioso no podía imaginarme que en el sitio de mi colegio hubiera habido nunca un convento. Buen artículo. Un saludo de Pepin del bar Bistec.
ResponderEliminarPues sí, amigo Pepín allí hubo un Convento; unos 450 años, así eres tú de bueno jajaja. Un saludo para ti también, y para María.
ResponderEliminarBartolome de Cazales, según Fernando Quiles García, “Historia del Arte Andaluz. Noticias de Pintura (1700-1720)” Pág. 60. pintó en esa Capilla un escudo y epitafio para los sepulcros de los condes de Venasosa. Ese pintor hizo retratos en 1722 de unos antepasados míos en Caracas. ¿Aún existe ese sepulcro? No hay muchas noticias de este pintor.
ResponderEliminarSaludos, Fernando, y disculpas por la tardanza.
EliminarIgnoro este detalle que me comentas, y gracias por seguirme.