¡Señor! Ése es tu
Cuerpo,
el que fue crucificado
por tu Caridad Divina.
Santo Dios humanizado,
y al que le doy tan de
lado
con excusas tan
mezquinas
como si Tú no supieras
mi pensar y mis maneras
de comportarme
contigo...
¿Cómo quiero ser tu
amigo
a cambio de tus
favores?
Qué lástima de de
estos amores
tan preñados de
intereses,
que temo que sean heces
que el diablo siembra
en mi,
para que no ponga en Ti
el Amor que te mereces,
y yo, estúpido a
veces,
no soy capaz de
entender
que aunque estés ahí
guardado,
siempre estarás a mi
lado,
y aunque bien o mal
contigo
siempre serás Ése
Amigo
sin condición
entregado.
¡Perdón te pido,
Señor!
Y aunque tu Justicia
ciega
a los hombres se la
entregas
sin ponerle condición,
Trianero he de verte,
y contigo hasta la
muerte
en tan secular rincón
que es Catedral en
Triana,
¡Gracias Abuela
Sant´Ana
por tu especial
Bendición!
No hay comentarios:
Publicar un comentario