1519 - 1522
LA
PRIMERA CIRCUNNAVEGACIÓN A LA TIERRA
(Apuntes a grandes rasgos sobre aconteceres, vicisitudes, detalles y
demás)
La expedición de Magallanes y Elcano fue
una expedición marítima del siglo xvi financiada por la Corona española Carlos I, y capitaneada por Fernando de Magallanes. Esta expedición, al mando
de Juan Sebastián
Elcano en
su retorno, completaría la primera circunnavegación de
la Tierra
para la historia.
La expedición tenía el propósito de
abrir una ruta comercial con las islas de la
Especiería por occidente, buscando un paso entre el océano Atlántico y el océano Pacífico. Estaba compuesta y organizada por
cuatro naos (evolución naval de las cocas medievales) y una carabela
(embarcación a velas ligeras), que partieron del puerto de Sevilla el 10 de
Agosto de 1519 hacia Sanlucar de Barrameda (Cádiz) donde quedarían organizadas
y pertrechadas y aprovisionadas.
Previamente
a esta salida, el día 2 del mismo mes y en el trianero y antiguo Convento de la
Victoria se celebraría una visita en la que se realizaría el rito de la entrega
del Estandarte y banderas española para todos los navíos. Así mismo rezarían y
harían juramento los 237 hombres pertenecientes a la Expedición. Durante el
acto, Fernando de Magallanes donaría un dinero al Convento con el deseo de que
se respetara su testamento en el cual hacía constar el querer ser enterrado
allí.
De regreso, el día 9 de Septiembre
de 1522, se celebraría un acto de gracia en el mismo lugar y ante la Virgen de
la Victoria, y aún descalzos, los 17 navegantes junto a Juan Sebastián Elcano.
El 20 de septiembre de 1519 se
producía la partida de la Expedición. La escuadra, después de haber explorado
durante meses el litoral americano al sur de Brasil, logró cruzar el estrecho llamado
desde entonces de Magallanes el
28 de noviembre de 1520. En su travesía por el Pacífico llegó a las islas Filipinas, donde, el 27 de abril de 1521, muere Fernando de Magallanes en
la batalla de Mactán. Los expedicionarios continuaron
la navegación hasta las islas Molucas, objetivo de su viaje, donde
eligieron a Juan Sebastián Elcano para capitanear el viaje de regreso.
Navegando hacia el oeste por el océano Índico y dando la vuelta a África, el 6 de Septiembre de 1522 la Victoria, única nao que, aunque maltrecha,
quedaba en la expedición, retornaría a Sanlucar de Barrameda con su carga de
especias, convirtiéndose en la primera embarcación de la historia que llegaría
a completar la vuelta al mundo en una odisea casi imposible para la época.
EL EMPERADOR CARLOS I
(Gante,
Bélgica, 1500-Yuste, España, 1558)
Nacido
durante una fiesta que se celebraba en el palacio real de Gante, sería llamado
por la historia para convertirse en el monarca de la época moderna que acumuló
más poder en su persona. Por herencia materna (Castilla y Aragón), y paterna
(Borgoña y título imperial), así como por su formación y carácter, Carlos I
representaría el modelo más excelso de hombre de estado renacentista: valores
caballerescos de honor y valentía, y defensa de la unidad de la cristiandad,
unido a una mente abierta a las nuevas ideas que estaban dando una explicación
humanista al mundo en los momentos de su existencia.
En su primera visita a España, con 18 años, conoce el proyecto
que le presentan en Sevilla Fernando de Magallanes y Rui Faleiro, sobre ir a
las islas de la Especiería (Indonesia), navegando hacia el Oeste y sin tocar la
ruta portuguesa de África, acordada en Tordesillas en el año 1494. Con una
rapidez fuera de lo común, el 22 de Marzo de 1518, apenas seis meses después de
su llegada, firma una capitulación con el solemne “Yo el Rey”, en la cual se
establecen las condiciones con las que se iba a realizar la Expedición
comprometiendo en ello “su honor y su real palabra”.
El reconocimiento del trabajo realizado por los hombres que
regresaron en la nao Victoria, las negociaciones con el rey de Portugal para
rescatar el resto de marineros quedados como prisioneros, y aquellos que por
otras razones no volvieron hasta años más tarde, estuvo siempre en la agenda de
trabajo de este gran monarca español que, aquejado por su enfermedad crónica,
la gota, y el desgaste provocado por los problemas políticos y religiosos del
momento le llevaría a abdicar , con 57 años, en su hermano Fernando I Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico
(1558), y en su hijo Felipe II, Flandes y las posesiones españolas en Europa y
América.
FERNANDO DE MAGALHÄES
(1480-1521)
Nacido en
Sabrosa (Portugal) y perteneciente a una noble familia, sería paje de la Reina
Leonor, viuda de Juan II de Portugal.
Militar, explorador, marino y navegante, con 25 años
participaría en la Flota de Francisco de Almeida con destino a las Indias donde
éste quedaría como Virrey. Cuando el futuro se le presentaba brillante, y tras
ocho años junto a Almeida, en la batalla de Cananor (Kerala) sufrió una herida
en una pierna que le dejaría cojo. Más tarde, sería acusado de comerciar con el
enemigo berberisco. Por todo ello, caería en desgracia e iniciando una serie de
pleitos con la Corona portuguesa que le llevó a desnaturalizarse de su patria y
ofrecer sus servicios al Emperador Carlos I de España, quien lo nombraría
Adelantado por la Corona como Capitán General de la Armada, así como Comendador
de la Orden de Santiago.
Su proyecto consistía en la navegación con rumbo siempre al
Oeste (sin tocar dominios portugueses) a la busca de la isla de la Especiería,
las cuales, según Magallanes, se encontrarían en la zona de influencia de la
Corona de Castilla, tal y como quedaba recogido en el Tratado de Tordesillas.
Tras superar inconvenientes de todo tipo (geográficos,
principalmente por desconocimiento de las tierras que iría descubriendo,
humanos por el rechazo de los capitanes españoles a su liderazgo, y político por
el boicot de la Corona portuguesa a su proyecto), la Expedición llega a las
islas Molucas, donde encuentra la muerte en una reyerta con los indígenas de la
isla de Mactán debido a un desafortunado cálculo de la superioridad de los
soldados de la tripulación.
Descubriría el Estrecho que lleva su nombre, y demostraría que
se podía llegar a las Indias navegando siempre hacia Occidente. No pudo
culminar su proyecto, que fue llevado a cabo por Juan Sebastián Elcano.
Juan Sebastián Elcano
Guetaria,
1476 – Océano Pacífico, 1526
Él, sería el
protagonista indiscutible de la gran hazaña histórica de llevar a cabo la
primera circunnavegación oceánica a la Tierra; éste marino español nacido en
Guetaria, viviría su niñez, y primera juventud el seno de una familia acomodada
de pescadores: sus padres fueron Domingo Sebastián Elcano y Catalina del
Puerto, siendo el primogénito de nueve hermanos.
Propietario de una nave de 200 toneladas, participaría en la
expedición militar en Argel. Esto le llevaría a hipotecarla y devolvérsela a
sus acreedores, originándole problemas con la ley. Arruinado, marcha a Sevilla
donde se enrola en la expedición de Magallanes a las islas Molucas, ocupando el
cargo de Contramaestre de la nao Concepción.
Implicado en la revuelta contra Magallanes, es degradado de su
puesto y no se sabe nada más de él, hasta que, una vez muerto Magallanes, asume
el gobierno de la nao Victoria como Capitán. Es a partir de ese momento cundo
se descubre la valía personal y profesional de Elcano que, contra todo
pronóstico, logra traer una embarcación desvencijada y con una tripulación
diezmada por la enfermedad y el acoso de los portugueses hasta España: “...el
lunes 8 de Septiembre echamos anclas cerca del muelle de Sevilla...” narra
Pigafetta.
El Rey Carlos I le otorgaría una pensión de 500 ducados
anuales y un escudo de Hidalguía con la leyenda “primus circundedistime”.
Elcano moriría durante la expedición de García Jofre de Loaisa
en su expedición a las Islas Molucas.
Nota: Se
puede observar en la firma, cómo él lo hace con el apellido (del cano).
RUI FALEIRO
Nacido en
Corbilha (1456), Portugal, fue uno de los grandes cosmógrafos portugueses del
siglo XV, autor de varias obras de Astrología y Cartografía, así como de
material náutico (cartas de navegación, astrolabios, cuadrantes), que fueron
llevados por Magallanes en su Expedición a las islas de las especias.
Rui Faleiro, convencería a Magallanes de que era posible
llevar al Maluco, (no muy óptimas condiciones), navegando hacia Occidente, ya
que era conocedor de una carta de Martín de Behaín (Astrónomo y Navegante
alemán, y célebre por haber construido el Globo Terráqueo más antiguo que se
conserva), donde se apreciaba el paso entre los dos océanos. Sólo faltaba
contar con un monarca interesado en sufragar los gastos de la expedición. El
proyecto sería presentado en primer lugar a Manuel I de Portugal, que no mostró
interés alguno porque consideraba que él ya tenía una ruta hacia la isla de las
especias bordeando África.
Ante este rechazo, vienen a Castilla donde el Emperador Carlos
I les atiende y acepta llevar a cabo el proyecto, quedando firmadas las
Capitulaciones de Valladolid (1518), y en la que se le concede la veintena
parte de todo lo que obtengan, además del título de Adelantado y Gobernador, para
ellos y sus descendientes; tras ello se pone en marcha la organización de la
Expedición.
Las intrigas del rey portugués para abortar la misión, y las
dudas de Carlos I sobre el exceso de autoridad de los portugueses hace que Rui
Faleiro sea separado de la misma con la excusa de que tenía que quedarse para
organizar una segunda expedición una vez que Magallanes hubiera vuelto. La cierto
es que su edad, (más de 60 años), y unas inesperadas desavenencias con
Magallanes, hizo que se nombrara a Juan de Cartagena (marino y explorador,
castellano, Capitán de la nao San Antonio), como su sustituto. En el acto de la
bendición a la partida de la Expedición, Magallanes recibiría el Estandarte
Real de manos de Rui Faleiro, en el Convento de la Victoria en Triana
(Sevilla).
Rui Faleiro, quedaría tan decepcionado que, según testimonio
de la época, entró en un profundo estado de depresión y auto- abandono. Marchó
a Portugal donde estuvo preso durante un tiempo regresando a Sevilla después de
la intervención de Carlos I ante el rey de Portugal, donde realizó trabajos
para la Casa de la Contratación.
Con el regreso de la nao Victoria en 1522, es reconocida su
autoría del proyecto y es nombrado Caballero de la Orden de Santiago, y
siéndole concedida la cantidad de cien mil maravedíes a perpetuidad, aunque
poco pudo disfrutarlo porque como cita el historiador Bartolomé de Argensola
“El Astrólogo Faleiro perdido el juicio, quedó recluido en el Manicomio de
Sevilla”, donde murió perturbado y olvidado en 1523.
ANTONIO PIGAFETTA
(1480-1534)
Italiano de
nacimiento, nacido en Vicenza, participaría como sobresaliente en la Expedición
a las islas de las Especias.
Haría valer
su título de Caballero de la Orden de san Juan de Rodas, así como sus conocimientos
en Astronomía, Cartografía y Geografía, con el fin de que Magallanes lo
incluyera en su Expedición como Cronista de la misma.
Partidario
incondicional del Capitán de la Armada de la Especiería, lamentó mucho la
revuelta contra Magallanes, justificando las drásticas medidas que éste
llevaría a cabo con el fin de atajarla. Esto le llevaría a una cierta enemistad
con Elcano, ya que fue éste el que había integrado el grupo levantisco. Por esta
razón lamentaría profundamente la muerte de Magallanes en las playas de la isla
de Mactán. En su libro Relazione in torno al primo
viaggio di circunnvegazione, nos dejó una cruda narración de lo que allí
aconteció.
Como buen
naturalista recoge interesantes descripciones de los lugares y las poblaciones
que fueron conociendo así como los nuevos productos encontrados para comerciar
con aquellas lejanas tierras.
Fue
destacable el papel que jugó como lenguaraz de la Expedición al facilitar la
comunicación con los nativos creando un sencillo vocabulario entre el español
(pese a que no lo dominaba completamente), y su lengua. Por ello participaría
en numerosas ocasiones como representante del Capitán ante los reyezuelos de
las islas Molucas, llevando a cabo las negociaciones comerciales con los
mismos.
Como ya es sabido,
Antonio Pigafetta sería uno de los 18 tripulantes que consiguieron volver a
España, y en una nao cargada de conocimientos más valiosos que el Clavo y la
Nuez moscada.
FRANCISCO ALBO
Natural de
la isla griega de Quíos y vecino de Rodas, embarcó en la nao Trinidad como
Contramaestre. Es reseñable que junto a nuestro protagonista también embarcaron
otros ocho hombres procedentes de Grecia. Solamente regresaron en la nao
Victoria Francisco Albo y Miguel de Rodas.
Éste tenía grandes conocimientos de Astronomía y náutica por
lo que siempre aparece en puestos de responsabilidad, y en la toma de
decisiones que se llevó a cabo durante la expedición. Formaría con Antonio
Pigafetta el equipo perfecto para documentar el proyecto magatlántico: mientras
el tombardo se convertía en cronista de la circunnavegación al globo. Albo
aportó con su Diario de derrota todos los datos de localización necesarios para
que posteriores exploradores pudieran navegar con mayor seguridad por los mares
y tierras descubiertos.
Cabe un ejemplo de lo que dejó recogido en su libro: “El 29 de
noviembre de 1519 comencé a tomar la altura del sol en el Cabo de San Agustín a
la altura de Brasil, a 7 grados de dicho cabo al Sur y 27 leguas marinas al
Sudoeste. Cuando hubimos pasado la línea equinoccial, acercándonos al polo
Antártico, perdimos de vista la Estrella Polar. Dejamos el Cabo entre el Sur y
el Sudeste, e hicimos rumbo a la tierra que se llama de Verizno (Brasil en
italiano) por los 23 grados 20 minutos de la misma latitud”.
Una desvencijada nao Victoria, dirigida por un eficaz Piloto,
Francisco Albo, y comandada por un experimentado Capitán, Elcano, hizo su
entrada en el puerto de Sanlucar de Barrameda (Cádiz), el 6 de septiembre de
1522 ante los asombrados ojos de los habitantes de esa villa que vieron con
sorpresa el desembarco de los 18 supervivientes. Allí, y remolcados por dos
embarcaciones llegaron a Sevilla el 8 de septiembre echando ancla frente al
muelle de las Mulas, de donde había salido la expedición de la Armada a las
islas de la Especiería con 237 hombres y cinco naos el 10 de agosto de 1519.
JUAN DE SANTANDRÉS
Aunque al
parecer existen dudas sobre el apellido, el caso es que al haber nacido en
Cueto provincia de Santander, muy bien podría haber sido este el apellido. Su
año de nacimiento podría haber sido el de 1503 ya que al enrolarse en la
Expedición de las Especias no pasaba de 17 años, por lo que entraría como
grumete en la Trinidad, nao Capitana.
Hijo de Gonzalo Debo y Catalina del Río, llegó a Sevilla
huyendo de la Justicia que lo buscaba por una denuncia falsa de una joven noble
despechada que se encontraba bajo la protección de Álvaro de Mezquita, que era
cuñado de Magallanes y conocido de su padre; se integraría en el proyecto de
llegar a las islas Molucas navegando siempre hacia Occidente.
Sus estudios en la Universidad de Alcalá de Henares, le
permitieron participar en el libro de derrota escrito por Francisco Albo, así
como colaborar estrechamente en las anotaciones que Antonio Pigafetta dejó como
cronista de su obra relacionada con la primera circunnavegación al globo
terráqueo. Todo esto quedaría reflejado en las actas de las “conversaciones de
Badajoz”, en las que se trató la muerte de Magallanes y otros aspectos del
viaje.
Diseñaría y llevaría a cabo junto con Francisco Albo, el plan
de rescate de la tripulación y la carga de la nao Santiago la cual naufragaría
a la altura de la Bahía de san Julián. Se tiene conocimiento de que toda la
tripulación se salva y que durante dos meses estuvieron recogiendo mercancías
que la mar arrojaba a tierra.
Se vuelve a saber de él, ya en las Molucas, cuando la nao Trinidad
se avería y se lleva a cabo el reparto de la tripulación: Juan de Santandrés,
junto con su amigo Vasco Gómez embarcarían en la Victoria, pilotada por
Francisco Albo. Formaría parte del plan que habría de manifestar en Cabo Verde,
que venían de América, siendo él el que diera la voz de alarma de que uno de
los marineros había delatado el origen y destino de la nave.
La Justicia archivaría la denuncia que había contra él ya que
se demostró que era falsa, siendo recompensado por su buen trabajo en el proyecto
de la Especiería por el rey Carlos I.
JUAN DE ACURIO Y BERRIZ
Natural de
Bermeo (Vizcaya), se enrola con 25 años en la Expedición que Magallanes estaba organizando
en Sevilla para ir a las islas de las Especias. Juan que se entera del bando que
reclamaba hombres para la tripulación cuando él se encuentra en Cádiz navegando
entre la Berbería (África del Norte) y España al servicio de la Colonia Vasca
de esa ciudad andaluza. Le acompañará en
su viaje a Sevilla Juan de Zubileta, que cuenta apenas 15 años, y a cuya
familia le unía estrecha amistad.
Su experiencia le valió para ser aceptado como Contramaestre
en la nao Concepción donde conoce a Juan Sebastián Elcano, que ocupaba el cargo
de Maestre en la misma nave.
Su ánimo aventurero y extrovertido le llevó a participar en
numerosas situaciones que podían haber acabado con su vida, como la vivida
frente al pueblo Charrúa en Río de la Plata, y sobre los que supieron
posteriormente que eran antropófagos. De esa manera fue Embajador del Capitán
de la Armada en las negociaciones de alianza con el rey moro de Massana con el
fin de entablar relaciones comerciales.
Ante la imposibilidad de mantener tres naves con la tripulación
que quedaba disponible, Magallanes decidió quemar la nao Concepción, ya en muy
mal estado para navegar. Así pues, pasó a ocupar el puesto de Contramaestre en
la nao Victoria que le traería, con Elcano como Capitán, de vuelta a España.
No obstante, y antes de lograrlo, la travesía del Índico puso
a prueba la fortaleza de Juan ya que enfermó de disentería junto con un grupo
numeroso de marineros. Esta situación hizo dudar a Elcano el acercarse a la
costa de Mozambique, pero fue Juan de Acurio quien lo convenció de que no lo
hiciera, ante el peligro de caer en manos portuguesas y perderlo todo.
Contra todo pronóstico, nuestro hombre superó la enfermedad y
llegó escuálido a Sevilla donde fue acogido por familiares vascos que le
agradecieron sobremanera haber protegido a Juan Zubileta a lo largo de todo el
viaje. Con el pago de sus servicios y un quintal de Clavo, se desplazó a su
tierra natal donde crearía una familia.
HERNANDO DE BUSTAMANTE
(494-1536)
Fue el único
extremeño en la Expedición de Magallanes. Era natural de Mérida (Badajoz), y ya
desde muy joven demostró ser una persona inquieta y deseosa de aventuras. Por
ello lo encontramos enrolado en la nao Concepción, y acreditado en el oficio de
Barbero y Cirujano, lo cual le situaba en un estatus de persona culta, que
compartía mesa con el Capitán y con una retribución alta que evidenciaba su
situación social con respecto del resto de la marinería.
Sería uno de los tres marineros que, a bordo de una chalupa,
vislumbraría la salida a mar abierto una vez superadas las angosturas del
Estrecho que comunicaba ambos océanos. Por ese motivo sería recompensado por el
Emperador con 4.500 maravedíes.
Sus conocimientos médico-sanitarios le llegarían a proponer al
Capitán, la necesidad de alimentar a la marinería con el cuero que protegía los
mástiles y vergas de las naos. Para ello idearía una forma de resblandecerla con
agua de lluvia ya que el agua potable que transportaban se habría podrido siendo
motivo de fuertes dolencias.
Junto con el intérprete Enrique de Mataca (esclavo negro de
Magallanes), negociaría con el rey de la isla de Zebú, la celebración de una
misa de difuntos para aquellos marineros muertos por causas de las enfermedades
originadas en la travesía. Para su sorpresa, el mismo rey y su pueblo
asistieron al acto litúrgico realizado en la plaza central de la ciudad y que
se habría convertido en cementerio para los cristianos fallecidos.
Cuando se repartió lo que quedaba de la tripulación entre las
naos Trinidad y Victoria, sería Elcano quien lo reclamaría para que le
acompañase de vuelta a España.
Nada más se conoce acerca de este hombre hasta la audiencia
que Carlos I le concede a Elcano que se hizo acompañar por Francisco Albo, y
por el mismo Hernando. El Emperador le recompensaría con un quintal de Clavo y
concediéndole escudo de hidalguía.
JUAN DE ZUBILETA
Joven paje
de la nao Victoria, que pasaría a la historia por formar parte de la Expedición
a las islas de la Especias al mando de Fernando de Magallanes, que partió del Puerto
de Sevilla el 10 de Agosto de 1519 y terminó en el mismo lugar el 8 de
Septiembre de 1522.
Juan de Zubileta o Zubizaleta, era natural de Barakaldo, en el
barrio y paraje de su nombre, en el margen izquierdo del río Cadagua. Era hijo
de Martín Ochoa de Zubileta y de su mujer Sancha, de la cual no se conserva el
apellido.
Tenía instrucción y sabía leer y escribir en castellano.
Cuando contaba tan sólo 15 años, se enteró de la noticia de la Expedición a
través de Juan de Acurio, amigo de su familia por lo que decidió emprenderse en
él. La figura de Juan de Zubileta excede a la de todos los héroes, ya que
siendo tan joven supo aguantar con entereza una travesía con tan escasos
recursos, una mala nave, sin cartas de navegación y haciendo frente a todo tipo
de peligros y enfermedades. Contó a su favor con la protección que siempre le
ofreció su paisano Acurio.
Con 18 años llegaría a Sanlucar de Barrameda con el resto de
los supervivientes y comandados por Elcano. En el Proceso de Badajoz sobre la
muerte de Magallanes, declaró de forma clara y precisa dejando constancia con
su firma. En recompensa por tan difícil hazaña, recibiría la cantidad de 500
maravedíes, equivalente al sueldo de un año, y varios quintales de especias; de
esta manera pudo hacer frente a la vida cómodamente.
Actualmente, no se tiene seguridad, pero quizás sea el mismo
Juan de Zubileta que aparece casado en los registros de la parroquia de
Irauregui años después.
JUAN DE ARRATIA
Natural de Bilbao, estaba embarcado en la nao Victoria, en calidad de grumete, una de las cinco naves de la expedición de Magallanes que partieron desde Sevilla y Sanlucar de Barrameda
(Cádiz), en la búsqueda de las islas de la Especiería. Fue uno de los
marineros que acompañarían a Juan Sebastián Elcano en su viaje de retorno, cuando este dio por primera vez
la vuelta
al mundo. Sería pues, uno de los
dieciocho supervivientes, que desembarcó en Sanlúcar de Barrameda el 7 de septiembre de 1522, tras dos años y 351 días de
viaje.
Juan de Arratia y Juan de Zubileta fueron los dos únicos navegantes que dieron la vuelta al
mundo por primera vez en la misma nao, sin cambiar en las otras cuatro de la
Armada y sin desfallecer un solo momento. El mismo Juan Sebastián Elcano cambió
de embarcación en varias ocasiones. En realidad se puede decir que de la
nave Victoria solo pudieron regresar dos supervivientes.
LOS DOS GALLEGOS
Estos serían
Diego Carmena y Vasco Gómez, únicos supervivientes del numeroso grupo de
marineros gallegos enrolados en la Expedición de Magallanes para
circunnavegación del globo.
Diego Carmena, marinero de la nao Victoria, muy experimentado
en las tareas de la mar, sería un maestro para todos los grumetes y pajes que
fueron embarcados con la intención de que aprendieran, al mismo tiempo, el
oficio de marinero. Con su experiencia les ayudaba a realizar las tareas
encomendadas de manera eficaz, así como entender cuanto iba ocurriendo en la
singladura: peces y aves raras, fuego de san Telmo, san Nicolás, o santa Clara.
Según registros, lamentaría profundamente el apresamiento del paje Vasco Gómez
hijo de su amigo y compañero Vasco Gómez, Piloto en la nao Victoria.
Vasco Gómez, el portugués, muy experimentado Piloto, sería el
responsable de gobernar la nave en momentos bastante complicados, en la
navegación por el Guadalquivir entre Sevilla y Sanlucar dados sus conocimientos
de los bancos de arena y embarcaciones abandonadas en el río, el paso difícil
por las angosturas del Estrecho, que luego se llamaría de Magallanes, la huida
para evitar caer en manos portuguesas, aun cuando su hijo quedara prisionero de
los portugueses hasta que ambos países acordaron su libertad.
El momento más duro de todo el viaje, sería cuando vio morir a
numerosos compañeros de viaje y que fallecen como resultado de las duras
condiciones que hubieron de soportar antes de llegar a las islas de san Lázaro
(más tarde Filipinas). En la isla de Massana, se procedió a darles sepultura en
la primera misa cristiana que se daría en aquellas lejanas tierras.
Cuando el día 8 de Septiembre de 1522 la desvencijada nao
Victoria, y remolcada por dos galeras, llega a Sevilla, y echando ancla en el
mismo lugar desde donde había partido la expedición, la población sevillana se
volcaría asombrada e incrédula, con la tripulación superviviente. En la procesión
que los 18 hombres de la nao Capitana hicieron a la Iglesia de Nuestra Señora
de la Antigua, Vasco Gómez estaría acompañado por su mujer y los cuatro hijos
que desde hacía algún tiempo le esperaban en Sevilla.
LOS GRIEGOS QUE DIERON
LA VUELTA AL MUNDO
De las cinco
naos que zarparon de Sanlucar de Barrameda el 10 de Agosto de 1519 al mando de
Hernando de Magallanes como capitán mayor, todas, excepto la Santiago, llevaban
uno o varios tripulantes griegos.
La nao Trinidad, la capitana de la Armada, tenía por
Contramaestre a Francisco Albo, que figura en los documentos como de Axio
(Quíos), vecino de Rodas. En la nao San Antonio iba de marinero Simón de Asio,
natural también de Quíos, y en la Concepción Mateo de Gorfo (Corfú). En la nao
Victoria embarcaron nada menos que cuatro griegos, dos de Rodas, el
Contramaestre Miguel de Rodas y el marinero Felipe de Rodas, y dos de Nauptía
(Nápoli di Romania), Nicolás de Nauptia y Juan Griego.
Francisco Albo, Contramaestre de la Trinidad, al quedar ésta
reparándose en Tidore (pequeña ciudad de las Islas Molucas), a donde habían
llegado el 6 de Noviembre de 1521 las dos naves supervivientes de la
expedición, pasó como Piloto a la Victoria, cuyo Contramaestre Miguel de Rodas
ocupó el puesto de Maestre. No le cupo la misma suerte a Nicolás de Nápoles de
Romania, que siguió en su puesto de marinero. Tras cargar la nave de Clavo,
Elcano se dio a la mar el 21 de Diciembre de 1521 con 57 hombres más trece
nativos. Dobló el Cabo de Buena Esperanza y llegó a las islas de Cabo Verde el
7 de Julio de 1522. Bien recibidos en un principio por el Gobernador en la
creencia de que venían de América, al enterarse éste de su verdadera
procedencia y de la carga que traían, ordenó apresar a los marinos españoles.
No obstante, Elcano pudo escapar con su nao dejando a 12 de
los suyos en manos de los portugueses, entre ellos Felipe de Rodas, que retornarían
a España meses después vía Lisboa. El 6 de Septiembre de 1522 arribaba a
Sanlucar de Barrameda y el 8 del mismo mes hacía su entrada en Sevilla. Tan sólo
18 hombres de los 237 que embarcaron con Magallanes regresaron en la Victoria
con vida. Entre ellos los tres primeros griegos que circunnavegaron el globo
terráqueo: un Piloto, un Maestre y un marinero.
LOS DOCE PRISIONEROS
EN CABO VERDE
En el monumento
a Elcano, que existe en su ciudad natal, Guetaria, podemos leer los nombres de
toda la tripulación que viajó en la nao Victoria, con la salvedad de que 18
llegaron a bordo de la nao y los otros 12 lo hicieron algunas semanas después
ya que habían quedado como prisioneros de los portugueses.
Después de doblar el Cabo de las Tormentas, llegan el 9 de
Julio a las islas de Cabo Verde, fondeando en la isla de Santiago, ante la
imposibilidad de llegar a España en aquellas condiciones, Sabiendo que estaban
en tierra enemiga, acordaron decir que venían de América y que se les había
roto el palo Trinquete, cosa que era verdad, y por esa razón navegaban más
lentos, y que además se les había acabado el agua y el arroz.
Cuando la chalupa, encargada de recoger agua y alimentos,
realizó la tercera salida con 12 hombres a bordo y no regresando a su hora, las
sospechas de que les habían descubierto tomaron cuerpo y, ante el movimiento de embarcaciones que
observaron en el puerto, el Capitán dio la orden inmediata de levar anclas y
escapar de las autoridades portuguesas. Se da la circunstancia de que el Piloto
que realizó la operación de huida sería Vasco Gómez, quedando su hijo el
grumete “Vasquito”, prisionero en Cabo
Verde.
Tras el
arribo a Sevilla, y más tarde en audiencia con Carlos I éste les aseguró que no
tuvieran dudas de que los hombres que habían quedado presos en Cabo Verde,
volverían con sus familias. Y así fue, a finales de 1522 regresaron vía Lisboa
completando de esa manera la relación de participantes en la primera vuelta al
mundo.
LAPU-LAPU
Lapu-Lapu,
cacique musulmán, es considerado el primer héroe filipino que se enfrentó a los
europeos. Estatuas suyas decoran plazas, y su efigie estuvo en monedas. En el
año 2017 se proclamó el 27 de Abril, aniversario de la batalla de Mactán, como
día de Lapu-Lapu.
Mito, leyenda o realidad, se enfrentó a Magallanes en una
desacertada decisión de éste de castigar a Lapu-Lapu, en guerra con Humabon,
rey de Cebú, el cual había aceptado la autoridad del Emperador Carlos, y le
pidió ayuda al Capitán para castigar al datu (caudillo) de Mactán que no le
pagaba tributo.
Cuenta el Cronista Pigafetta que, cuando el sol empezó a
salir, Magallanes subió a un bote y se dirigió a tierra haciéndose acompañar
sólo de 49 soldados, que al ir bien armados y protegidos esperaba fuera
suficiente para impresionar al datu. Con ese fin, tras desembarcar, ordenó
quemar unas chozas que había en la playa, pero no solo consiguió asustar al
enemigo, sino que lo enfureció.
Lapu-Lapu dirigió la lucha lanzando una nube de flechas
envenenadas que provocó varios muertos, y herido a Magallanes. Al darse cuenta
de que las piernas de los soldados estaban desprotegidas, dio la orden de
disparar a las piernas de los extranjeros provocando que Magallanes ordenara la
retirada, quedándose junto a un puñado de hombres para proteger a los demás.
Eso hizo que los guerreros nativos le identificaran como jefe y concentrando
sobre él su ataque. Rodeado por varios de ellos y mermado por el veneno, que
empezaba a correr por sus venas cayó muerto entre las olas, siendo atravesado a
lanzazos y machetazos, y compartiendo destino fatal con algunos de los suyos.
La creencia popular hizo que fuera Lapu-Lapu quien se
enfrentara a Magallanes en las playas de Mactán y le diera muerte. Humabon, rey
de Cebú, decidió deshacerse de los españoles invitándolos a un banquete de
comida envenenada con objeto de congraciarse con Lapu-Lapu. Murieron 27
soldados, entre ellos Duarte Barbosa que había sucedido a Magallanes en el
cargo.
Carta
de Juan Sebastián Elcano sobre su viaje de circunnavegación
Cuentas de Cristóbal de Haro sobre la Expedición
Derrotero del viaje de Fernando de Magallanes en demanda del
estrecho. Desde el paraje de san Agustín. Escrito por el Piloto Francisco Albo.
Información y relación de las personas que llevó Fernando de
Magallanes en la Expedición a las islas de la Especiería.
Informaciones sobre sueldos, mercancías y mercedes relativas a
la Expedición organizada por Fernando de Magallanes.
Relación del coste de la Expedición de las cinco naos.
Libro que recoge la relación de tripulantes de la Expedición:
fallecidos, desertores, o dejados en las islas Molucas.
Libro de los países y amistades que se han hecho con los reyes y
señores de las islas, y tierras donde hemos llegado, siendo los capitanes:
Gonzalo Gómez de Espinosa y Juan Sebastián Elcano.
“Memorial que dejó Hernando de Magallanes cuando partió con la
Expedición”, y en el que se defiende la pertenencia de las islas de las Molucas
al Reino de Castilla.
Las capitulaciones de Valladolid (1518) entre Fernando de
Magallanes y Rui Faleiro con el Rey Carlos I.
De los 237 tripulantes que al mando de Fernando de Magallanes
salieron del Puerto de Sevilla el 10 de Agosto de 1519, solamente volvieron
estos 18, y al mismo lugar de partida, el día 8 de Septiembre de 1522.
Nao
Concepción
Carabela
Santiago
Nao
Trinidad
Nao
San Antonio
Nao Victoria
Testamento
de Juan Sebastián Elcano
Tras
el viaje y la primera vuelta al mundo, se pudo confirmar la teoría de Aristóteles:
la Tierra es esférica, teoría que había mantenido Cristóbal Colón. A su vez se
pudo comprobar que el diámetro de la esfera terrestre era mucho mayor de lo que
se pensaba hasta entonces, 12.440 Km., pero como descubrimiento mayor fue que
entre América y Asia existía un gran océano. Se consiguió llegar atravesando el
canal que separaban a Oriente de Occidente, el Estrecho de Magallanes. Esto
daría lugar a nuevos territorios para los europeos, a estos nuevos lugares les
dieron nombres: como, Montevideo, Bahía de san Julián, Cabo de las Once mil
Vírgenes, Cabo Deseado, Estrecho de todos los Santos, Mar Pacifico, Tierra del
fuego, Filipinas, Patagonia…
Rfcias: Conferencias celebradas en
Los Palacios y Villafranca
(Casa de la Cultura 2020),
e Internet-Wikipedia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario