CORONAVIRUS
Siempre fui
"censurado" porque (a veces) todas mis mejores
tertulias las hacía con
gentes que apenas les quedaban años
de vida, que digo años,
a algunos, meses y, si me apuráis un
poco, días. Y es que
ahora, en la medida en que cada uno de
ellos hablaba de las
vivencias dejadas atrás, así como de
aquellas dolosas
multitud de horas y carencias por las que,
de forma tan cruel, se
vieron obligados a vivir, hoy ven
como aquello se repite
cuando confinados entre otras
paredes, que no cuatro
muros de adobe, el sentimiento y los
miedos vuelven a aflorar
aunque de otra forma. Aseguran
que si bien es verdad,
que ahora nadie aporrea sus puertas
dejando en el aire el
estruendo de la deshumanización,
les vuelven los
temblores ante los silencios de un enemigo al
que no pueden ver a
través del aire que se respira o acaso
de los visillos que se
han convertido en un obligado y
penoso mirador.
Ellos, en sus sabias aunque siempre extrañas así
como escasas
entendederas por falta de apostolados
culturales, siempre
aseguraron que, a no mucho tardar, como
quien lee un futuro en
los posos de una taza, habríamos de
sufrir una nueva
tragedia.
Y no se equivocaron. A
algunos de ellos los han hecho caer
ante otra clase de
metralla invisible. Sin embargo, en
esta ocasión la
diferencia está en que ahora para luchar
contra este enemigo se
han unido todos los pueblos de la tierra.
Ningún país se ha
quedado al margen a la hora de colaborar,
de arrimar el hombro, de
remar todos en la misma dirección;
conseguir llevar este
esfuerzo conjunto y llegar felizmente
y sanos al puerto
deseado.
Coronavirus, que sepas que vamos a
acabar contigo, sin armas
de fuego, porque el
fuego de las armas en esta contienda es
el fuego del amor y la
entrega real y sin condiciones
hacia nuestros hermanos
en cuyos cuerpos te metiste a
saber porqué causas;
pero lo dicho, te echaremos fuera de
nuestra galaxia porque
disponemos de un megaejercito
compuesto por gente que
lo está dando todo sin pedir nada
a cambio; y si es que te
diera por regresar, ni lo intentes,
pues te vas a encontrar
con unos cuerpos ya protegidos por
la práctica de un
comportamiento ético, fruto de una nueva
forma de ser.
|
Muy buena y objetiva entrada: 👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏
ResponderEliminarEl tomar las medidas preventivas a tiempo es un paso que más avanza en el caminar. Nada será igual a lo de antes. Tendremos una fabricación propia de farmacia y de útiles sanitarios. Crearían muchísimos puestos de trabajos, nopagariamos a especuladores y mucho más baratos, en vez de hacer aeropùertos, autopistas, etc que valen millonadas y no las usas más que los pajarillos...
Nuestra sociedad saldrá reforzada de esta tremenda experiencia, tiene que ser así por supervivencia. Esto va para largo. Es tremendo tener que escoger quien vive y quien tiene que morir por no tener respiraderos suficientes ¿Dónde están los Derechos Humanos de los padres o abuelos?
No aprendimos de lo que fue pasando en países que fueron afectados antes que nosotros, al contrario, se permitió masificaciones varias...Yo tengo memoria, al menos, de momento...
Enhorabuena. Me he extendido, (disimula).
Un beso.
Nada de extenderte M. Carmen. Ha sido como una especie de colofón a mi entrada. Venga un abrazo de agradecimiento.
Eliminar