jueves

ROMERÍA DEL ROCÍO



 
UNOS APUNTES SOBRE LA EVOLUCIÓN DE
EL ROCÍO
 
 
Ese lugar al que hoy conocemos como el Rocío, da nombre no sólo a la Virgen, sino a una aldea y a un territorio concreto que no siempre se llamó así, ya que la zona donde se erige el Santuario estuvo poblada en otras épocas; yacimientos y restos arqueológicos así dan testimonio de ello: paleolítico, tartessos, fenicios, romanos, visigodos y árabes, amén de otros pueblos siempre con el afán de conquista. Alfonso X “El Sabio” conquista esta tierra a los árabes, cuya jurisdicción pertenecía al reino de Taifa de Niebla. En 1.582, el Concejo de Almonte adquiere las tierras denominadas Madre de las Marismas, junto a la ermita. A escasa distancia de ésta existían dos grandes cazaderos reales: Lomo de Grullo y la Rocina.
           Toda esta tierra señorial, donde se enclava la Ermita, estaba atravesada por caminos muy transitados que se cruzan a escasos metros de ésta, convirtiéndola en lugar de encrucijada que será vital para que se propague con facilidad la devoción a la Blanca Paloma.
           La primera Ermita fue levantada aproximadamente hacia los años 1295 – 1300 por Alfonso X. Tenía diez varas de larga y estaba orientada al sur, era de un sencillo mudéjar, con techumbre de madera a dos aguas y compás. A lo largo de la historia esta Ermita sufre ampliaciones y reformas importantes, no obstante permanece levantada hasta mediados del siglo XVIII en el terremoto de Lisboa (1.775) casi la destruye.
           En 1.760 se bendice un nuevo Santuario con mayor dimensión y distinta planta orientado de Este a Oeste, inspirado también en el mudéjar con algunos elementos barrocos en su fachada y en su espléndido retablo atribuido a Cayetano d’Acosta.
           En 1915 se cambió la techumbre y se modificaron algunas dependencias y en los años cuarenta se decoró a la fachada con azulejos. Esta ermita era de pequeñas dimensiones y en su interior, al fondo, se encontraba el antiguo retablo del siglo XVIII , destacando en su hornacina central la imagen de Nuestra Señora, protegida por un cristal.
Por fin la urgente necesidad de levantar un nuevo Santuario en el Rocío recibió el impulso definitivo del primer obispo de Huelva, monseñor Cantero Cuadrado según nos contaba Infante Galán al tratar de los Santuarios que han albergado a la Virgen del Rocío.
           Monseñor Cantero manifestó su deseo de que Ntra. Sra. tuviera un nuevo templo, en la Misa de Medio Pontifical, celebrada en la Parroquia del Rocío de la barriada de Isla Chica de Huelva, con estas palabras:
” … Y es llegada la hora de ofrecer a la Blanca Paloma un Templo más digno y en consonancia con la devoción rociera; que sea como un cortijo andaluz, con su cal, sus colores blancos y con la riqueza sencilla necesaria y conveniente para su culto y para la agradable estancia de cuantos acudan a implorar los favores de la Santísima Virgen. … “
           La idea encontró ambiente propicio en el pueblo almonteño, y en cabildo general celebrado por la Pontificia y Real Hermandad Matriz de Almonte el 31 de julio de 1961 se acordó levantar un nuevo y más amplio santuario a la Virgen.
          Se convocó un concurso de anteproyectos, del cual salió elegido con el asesoramiento de un grupo de arquitectos, el anteproyecto presentado por los señores Balbontin de Orta y Delgado Roig.
          La Virgen fue traída a Almonte el 16 de junio de 1963.
El 18 de Julio del mismo año a las diez de la mañana, oficiaba la última misa en el altar mayor del santuario don Francisco Guevara Sánchez el inolvidable capellán de la virgen. Momento después de acabada la misa comenzaron los trabajos para desmontar el retablo.
         El 31 de Julio se derribó la pared del camarín.
        La primera piedra de la nueva iglesia basílica fue solemnemente bendecida y colocada por monseñor Cantero Cuadrado, primer obispo de Huelva con asistencia de las primeras autoridades regionales, el domingo 26 de enero de 1964 a las cinco de la tarde.
         La solería fue donada por la Hermandad de Triana y la puerta metálica de entrada, por el Sr. Martín Cambra Quintero, que fue hermano Mayor de la hermandad. de Huelva.
          Mientras duraron los trabajos del nuevo templo, la Virgen fue situada en una pequeña capilla provisional, que se levantó en la parte izquierda de la fachada, esquina al Real. Su constructor fue el vecino de Almonte D. Isabelino Báñez Huelva.
          La Hermandad Matriz solicitó al Exmo. Ayuntamiento de Almonte, en carta de fecha 31 de octubre de 1962, una aportación económica. El ayuntamiento colaboró en la construcción con un millón de pesetas, distribuidas entre 1962 y 1967.
          Los actos de inauguración, previstos para los días 15 y 16 de marzo, tuvieron que ser suspendidos debido a las fuertes lluvias que dejaron la Aldea intransitable.
         El 12 de abril de 1969 alrededor de las 12 y media entraría la Virgen del Rocío de nuevo en su Santuario.
Memorias de rocío:
ABC – Hermandad Triana.
Internet - Autor
 

















 
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