PLAZA
DE LA MAGDALENA
El
ayer y el hoy de una esquina como la de la Calle Méndez Núñez con
la Plaza de la Magdalena, nos adentra en la evolución urbanística
de una Sevilla que nunca quiso parar de renovarse y crecer aunque,
justo es reconocer, que debido al progreso también algunos de sus
mandamases lo único que hicieron fue estropear la magnifica
arquitectura de que disfrutó este lugar hasta los años sesenta en
que aun se conservaban en ella grandiosos hoteles y palacios, además
de bellísimas casas nobles, aunque todas estas edificaciones
tuvieran como “nexo” el no menos famoso en Sevilla: Callejón de
los Pobres, debido a que allí los monjes cartujos les repartían
comidas una vez al día. Desde 1939 pasó a denominarse este Pasaje a
la calle San Eloy, calle de Josefa Reina Puerto en honor a una
Maestra de enseñanza que se distinguió por haber pasado toda su
vida dedicada a enseñar a los pobres.
Ampliando
un poco la historia, habría que decir que esta plaza es el producto
de aquel ensanche que el por entonces alcalde Ignacio Vazquez
Gutierrez (1840 a 1850), realizaría, al tiempo que la ciudad se veía
inmersa en un muy fuerte desarrollo urbanístico, pues no en vano
esta década sería la del derribo del Convento Casa Grande San
Francisco, en cuyo solar se levantaría la Plaza Nueva, o la
demolición de una parte importante del gran convento de la Merced y
sobre cuyos terrenos quedaría ubicada la plaza del Museo, incluido
lo que hoy es el Museo de las Bellas Artes de Sevilla. Si señor, un
año en el que aquél inglés procedente de Liverpool llamado Carlos
Pickman compraría la Cartuja de Sta Maria de las Cuevas que ya tenía
arrendada desde 1838. No quiero hacerme muy extenso, pero es que ese
mismo año sería en el que Narciso Bonaplata crearía la fundición
en la que más tarde realizarían todas las piezas del famosísimo
Puente de Triana, (oficialmente Isabel II) Para tal fin utilizaría
otro convento desamortizado, el de San Antonio ubicado en las calles
Torneo-San Vicente.
La
Plaza (placita) de la Magdalena. Un nombre que le vino dado desde que
en el siglo XIII el Rey Santo mandara construir una iglesia con ese
mismo nombre, y la cual duraría hasta que en 1811 Sevilla, bajo la
ocupación francesa, ésta decidió derribarla por lo que tuvieron
que trasladarse al cercano convento dominico de San Pablo el Real, en
aquella época, sede de una Inquisición poseedora de salas de
tortura y cárceles, el cual se encontraba en un deplorable estado de
abandono, con lo que aquella recoleta placita pasó a ser Plaza a la
que le podrían nombres muy diferentes según las épocas, de entre
las que destacan las políticas. Así nos la encontramos llamada en
1840: de La Libertad, en 1931 del Pacifico, en 1936 del Gral. Franco,
hasta que en 1980 el entonces alcalde Luis Uruñuela en pleno
extraordinario aprobaría la moción democrática de que volviera a
ser llamada Plaza de la Magdalena.
Con
diferentes entradas y salidas, esta Plaza hubo de verse remodelada en
lo que tanto al tráfico rodado como peatonal, se refiere. Y fue así
como desde el siglo XIX e ignorándose que nombre ostentó
anteriormente, si es que lo tuvo, esta conexión con la Plaza Nueva,
fue dedicada a aquél intrepido marino gallego, llamado Casto Mendez
Nuñez.
El
nombre de la calle que enlaza la Plaza de la Magdalena con San Pablo,
se debe a la amistad existente entre Miguel Mañara y Bartolomé
Esteban Murillo. Sería en 1720 a petición de Mañara ante el
entonces Gobernador Pedro José de Guzmán-Dávalos y Ponce de León
que le hiciera petición, y éste concediera que el Consistorio
accediera a denominar esa vía con el nombre del Pintor.
La
más ancha de todas: San Pablo, fue llamada así desde que en el
mencionado convento, el 30 de Marzo de 1544 Fray Bartolomé de las
Casas fuera consagrado como Obispo de Chiapas en México.
La
calle que conecta a la Plaza con las calles Tetuán y de las Sierpes
es la calle Rioja. Ya en 1600 esta calle era conocida por su vida
ajetreada en razón de la cantidad de negocios allí existentes
haciendo de ella una de las calles más importantes de la ciudad,
siendo rotulada Rioja en memoria del Clérigo, Humanista y Poeta
Francisco de Rioja uno de los hombres más ilustres del siglo de Oro.
La
curvada calle que une la Plaza a la Plaza de la campana, es la calle
O´Donnell, y fue rotulada en memoria del General Leopoldo O´Donnell
que en 1859 al frente de sus tropas invadiría Tetuán, ampliando de
esta manera las posiciones españolas en Marruecos.
No
podemos olvidarnos de esa tan peculiar y estrecha callejuela como es
la de José de Velilla, y que le fuera dedicada a este ilustre Poeta
y Dramaturgo sevillano nacido en 1854 y fallecido en su misma ciudad
en 1904. También su hermana Mercedes, reconocida Poetisa, tiene
dedicada una calle en la collación de San Pedro.
Por
último cerraremos este capitulo con el callejón conocido como de
Pedro Campaña (1503-1580) Pieter Kempeneer Pintor, Escultor,
Arquitecto, Matemático y Astrónomo de origen flamenco aunque
castellanizado, según su biografo Francisco Pacheco, por su larga
estancia hispánica.
Hoy
día y a diferencia del pasado, la Plaza de la Magdalena se ha
convertido en un lugar frío y ausente de romanticismo, donde debido
a la altitud de sus edificios, y el enrarecido ambiente se han unido
a la contaminación, dejando de ser lo que antaño fuera: una
deliciosa placita en la que a la sombra de sus naranjos los viejos
sesteaban a la par que palomas y parejas de enamorados dejaban en el
aire el susurro de sus arruyos.
Rfcias.
Diputación de Sevilla
ABC
de Sevilla
Sevilla
en la historia.
Hemeroteca
y A.M.S.
Fotografías:
Internet y autor.
Hacer clic sobre las imágenes para ampliar.
Ehaustivo e interesantisimo trabajo, amigo. Un placer leerte. Me gustaría saber algo más sobre el convento de San Antonio, el que se uso para fundición. Gracias.
ResponderEliminarEstoy en ello, J. Luis. He de rebuscar en mis archivos ya que en una ocasión estuve trabajando sobre la historia del Puente de Triana. Mi abrazo.
ResponderEliminarNo encuentro este dato, aunque, a decir verdad, creo que carezco de él ya que San Antonio de Padua -antiguo convento- donde hoy se encuentra instalada la hermandad del Buen Fin, y del que sólo queda la iglesia, allí no hubo nunca ninguna fundición. Como sabrás la fundición San Antonio de Narciso Bonaplata se encontraba en el Pedroso. Si quieres te envío un par de fotos que tengo de la fundición abierta en 1840.
ResponderEliminarTe amplío la información. En la etiqueta La historia, y en la entrada, creo recordar 52 ó 54 tiene todos los datos acerca del Puente de Triana II y en la 61-62 la primera parte.
ResponderEliminarUna entrada imposible de superar. Completísima y amena a la vez.
ResponderEliminarFotografías espectáculares que decoran y aportan visualmente la evolución de la bonita y remántica Plaza que como otras tantas sevillanas tuvo diversos nombres a lo largo de su historia.
Mi más cariñosa y entusiasta enhorabuena.
Un abrazo.
Verdaderamente se agolpan un montón de recuerdos desde aquellos días en que se derribaba el Hotel Madrid y se inauguraban los tan esperados almacenes de Galerías Preciados.
ResponderEliminarBesillos con solera.