EL PABELLÓN DE BENEFICENCIA

UN CATÁLOGO DESAPERCIBIDO

              La existencia de estudios valiosos sobre las ayudas a los más necesitados y que abarcan un problema perteneciente a la historia Social, continúan reclamando otros que muestran la vida real de los establecimientos de Beneficencia.

             Sin embargo este edificio en sus orígenes perteneciente a la Asociación Sevillana de Caridad, y fundada por el sevillano don Carlos Cañal y Migolla quien entre otros cometidos llegaría a desempeñar el cargo de ministro de Alfonso XIII, tampoco, al parecer, pasaría con el tiempo la prueba del algodón de los intereses humanos, y fue a parar sin haberse conseguido saber, el cuando, el cómo y el por qué, a manos de unas entidades privadas.

             Pero como he dicho antes, no es el tema que me ocupa. No obstante, si que hay que dejar dicho que este pabellón del más puro estilo Regionalista, fue construido por Anibal González en 1914 (por lo que este año se cumple el centenario de tan entrañable casa), mientras desarrollaba el proyecto que dos años más tarde llevaría a cabo y que no era otro que la Capilla de Los Luises en la calle Trajano, y seguidamente nuestra adorable Capillita del Carmen.

            Como se puede imaginar, alrededor de los años sesenta desaparecería el perfecto techado que daba cobijo a los muchos necesitados que allí acudían y el cual les preservaba durante la espera en los días de lluvia.

             Y ahora sí, ahora entramos de lleno en el tema que últimamente me tiene sorbido el seso y que me está convirtiendo en un ceramófilo de ayuda, por supuesto, para el que lo sea de verdad, según comentarios recibidos, y es por ello que en este caso, quiero suponer, que también está justificada esta entrada, porque: ¿Cuántas veces habremos pasado por delante de este edificio y no habremos reparado en la cantidad de bancos que, vestidos de la más hermosa Cerámica de Triana, es un auténtico catálogo.

            Si bien el azulejo con motivo religioso y que preside la subida a la planta superior esta fechado en 1940 y es de Manuel García Montalván, tanto los zócalos así como los mencionados bancos del exterior están atribuidos a la Fábrica Mensaque Rodríguez y Cía. en 1920.