martes

TRIANA DESDE SEVILLA


              Cristalino, como el agua más pura, es harto conocido que yo no creo en la suerte, como no creo en el azar, la casualidad o lo accidental, y, que todo está sujeto a una razón de ser, pero, llegado a este momento y después de haber estado visitando el apartamento que mi amigo Eugenio se ha comprado en la otra orilla, y el cual no le han terminado aún de reparar con el fin de poder trasladarse, entre otras cosas porque está loco por estar siempre, como él dice, viendo su barrio desde donde muchos quisieran verlo de forma permanente; creedme que me quedé alucinando con la vista. Y tenía razón, aunque yo, particularmente, me quedo solo con la vista temporal, y, si más tarde, quiero volver a verla pues abriré el ordenador y me extasiaré con ella. Lo que si puedo hacer por los amigos y seguidores es compartirla, y, ya me daréis vuestra, como siempre, docta opinión... ¡Ah! un pensamiento si ha volado por alguna parte de mi masa gris, y es que a mi amigo Luis este año, el Cachorro si va a mirarlo cara a cara, y eso aunque me cueste reconocerlo: ¡Si que es una suerte!
 


 
 
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1 comentario:

  1. Vaya chulería de vistas. Pero yo me quedo en Triana, ¿Vale? Carmelo

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