miércoles

LA CALLE ASUNCIÓN Y EL CINE LOS REMEDIOS




             Con su tan estilizada como agraciada, a la vista de sus muchos comercios, la calle Asunción, en su entrada al barrio de Los Remedios comenzaba a despertar cuando el eterno Benito Villamarín poseedor por aquella época de grandes y numerosos negocios inmobiliarios en la zona, decidió construir un cine de invierno (el único), pero que bien pudo estar catalogado como uno de los más hermosos y mejores de entonces ya que impregnado de la calidad de los arquitectos Recasens y Espiau, estos habían conseguido realizar no una sala de cine a la antigua usanza sino un perfectamente definido teatro con patio y platea, y disfrutando y enseñoreando la entrada con verdaderas maravillas donde el estilo francés brillaba entre mármoles y cuadros del siglo XIX.
             Este, a decir de muchos, magnifico cine, fue inaugurado en la primavera de 1958. A la inauguración asistieron más de trescientas personas de entre la que destacó la presencia de la ya famosa Trianera Paquita Rico ya que el estreno se haría con su película “Las lavanderas del Portugal” que dirigida por Ramón Torrado se acababa de rodar. Sería en ese mismo estreno en el que Luis Marquina le ofrecería el papel protagonista de su próxima película y la cual titulada “Ventolera”, una obra de los Hermanos Álvarez Quintero, y que rodaría junto a Jorge Mistral en 1961.
            Ese mismo año de 1958, se dio la feliz circunstancia de que celebrándose en Sevilla la fiesta de la Cruz de Mayo, Triana organizaría una procesión, la cual con un Paso Palio de dimensiones reducidas y con una imagen de la Esperanza que fue llamada la “Chica”, discurrió, saliendo desde la calle Pagés del Corro, por distintas calles del barrio incluida la calle Asunción.
            En 1985 su actual propietario, y que lo era también del cine Villasís, la empresa Sánches Ramade, decidió su cierre con la proyección de la película “Las cuatro bodas de Marisol”. Desde entonces y con el tiempo, quedó convertido en discoteca para acabar en nuestro días como sala de Bingo. Debió ser triste para estos arquitectos el ver caer aquella espectacular obra, como la otra suya que con el nombre de Gran Almirante, y para cuya decoración Santiago del Campo realizó unos hermosos mosaicos con la Cerámica de Triana.
           Hoy la calle Asunción también convertida en peatonal sostiene el atractivo de que conforme se avanza paseando por ella nos vamos acercando hacia la monumental portada de la Feria de Abril, y que graciosamente desde el año 1973 le cierra el paso al tenerla justo en frente.
 









 
 
 

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