jueves

TRIANA



PLACITA DE VALLADARES


¡Ay Triana,
cuántas promesas
clavadas
tienen tus carnes gitanas!
Y que poquitas,
Triana,
fueron llevadas al puerto
donde tú
siempre esperabas
que alguien de fuera
o de dentro
en ese afán se afanara
con las ganas
de un ¡Te quiero!
Pero dónde están las ganas,
si estás preguntando: ¿Cuando?
Y siempre te dicen:
Mañana,
¡Mañana por la mañana!

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