CHICOTÁ DE SALIDA
CON UN MIRAR AL CIELO
¡Juan Vizcaya!
Llegó la hora...
Llegó la hora
de tomar el llamador,
y despertar las conciencias
que esperan con impaciencia
el golpe del corazón.
Arriba la tarde espera,
abajo ya es madrugada,
será vida en su quimera
cuando la plata dorada
haga eco en la madera.
Los golpes son la dentera,
las palabras mediadoras
para subir en esta hora
a Cristo hasta las estrellas...
¡Moriiii...!
¡Heeiiii...!
Ya
estamos en la puerta, mi arma.
¡Tu
mandas, corazón!
“Esta
salida se la quiero dedicar
a
mi tio Manolo que no ha podido
acompañarnos
este año
porque
está mu malito”
¡Por
él! (a coro)
Quiero
los cuatro zancos
clavaos
al suelo.
Tooos
por iguá, valiente.
¡A
esta eee!
¡Ea!
Vámonos de frente con Él...
Quiero
las llamadas mu corta.
La
derecha alante, la izquierda atrá.
¡Bueno!
Llámate
un poquito Richard.
¡Bueno!
Pararse
ahí.
Los
dos costero por iguá a tierra.
¡Bueno!
¡Callarse
ahí abajo!
¡Atento
a lo que se manda!
Vámono
de frente...
No
quiero saltos; ¡Poco a poco!
La
izquierda alante, la derecha atrá.
¡Bueno!
Llámate
un poquito, Teo...
¡Bueno!
¡Ole
la gente con corazón!
¡Bueno,
pararse ahí!
Arriba
por iguá.
Vámonos
de frente...
¡No
corré!
La
derecha alante, la izquierda atrá.
Más
la derecha alante, la izquierda atrá.
¡Bueno!
¡Cómo
Trianea mi gente!
Estáis
llamando a la puertas del cielo
con
vuestros corazones.
¡Bueno,
pararse ahí!
¡Ahí
queó!
Santi, hasta para capatáz servirías tú, qué grande eres picha. Chani.
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