Este retablo que, durante tantos años, hemos admirado los Trianeros en el fondo del patio de "La Casa de los Artesanos" en la calle Covadonga, fue encargado por su anterior propietario don José Ruíz Flores al ya desaparecido Ceramista Antonio Morilla.
Sobre el motivo de su instalación en semejante lugar, hay que manifestar que no fue el típico capricho de colocar un azulejo más de la Esperanza de Triana. No. Su colocación fue debida a que tras ese paño de pared, existe una dependencia Artesana y en la cual y, durante la guerra Incivil, para que tan devota imagen fuera preservada de las llamas, el citado propietario y miembro de la hermandad, la tuvo en perfecto estado de conservación.
Hoy, nos acercamos a la citada Casa Artesanal, y además de ver como sigue en estado de ruina, sorpresivamente nos encontramos ante la ausencia del citado Retablo. ¿Qué ha ocurrido? Al parecer, y aprovechando un fin semana en el que la citada casa de Artesanos está cerrada, presumimos que su actual propietario, por su cuenta, ha cometido lo que yo, particularmente, entiendo como un atentado más a la historia popular de Triana: Haber hecho desaparecer el citado Retablo como se puede comprobar en la imagen.
Esperemos que la reivindicación del resto de los Artesanos, con el Escultor Augusto Morilla a la cabeza, esta reivindicación no caiga en saco roto.
La casa de los artistas, en la calle covadonga, siempre ha estado en el punto de mira de Juan Silverio, pero no para mantenerla, que no lo ha hecho, sino para destruirla. Con el paso de los años, la tenia ahi, esperando a que se cansaran sus inquilinos, aunque no por ello, dejo de hacerle la mas dura y amoral guerra. Le resultaba mas sencillo comprar otros inmuebles humilides, catalogados o no, tirarlos y levantar pisos de lujo, la tenia ahi, aparcada.
ResponderEliminarla limpieza de su imagen y la de toda su familia, la encubria a traves de las hermandades, pero los que conocen bien el transfondo y conocen bien a su familia, para limpiar siempre hay que empezar por uno mismo y por lo que hay dentro de la casa. Pues bien, despues de unos años de crisis, en donde los negocios inmobiliarios se han venido abajo, y despues de dilapidar su fortuna en las vidas y adicciones de sus hijos, parece que pocas joyas quedan ya por vender de aquellas que Juan Silverio recibia en pago por un cuartito en un corral, por lo que lo mejor, desvalorizar la casa de los artesanos, a traves del azulejo de la Esperanza de Triana, para asi poder dejar a su familia un nuevo terreno a edificar en los años venideros.
La hermandad de la Esperanza de Triana, ilusa, le han metido un gol, y Acosta un pobre incauto.
Ni que decir tiene, la poca calidad humana, ni el conocimiento del valor artistico, patrimonial y cultural que la casa ofrece a Triana y por ende a Sevilla, para aquellos que solo miran por sus euros, ante la impasividad de los organismos competentes , votados a demas por todos .
Este señor, por llamarlo de alguna manera, se ha enriquecido a costa de los vecinos humildes de triana, ahora, quizas por ser elegido trianero de honor , se cree que toca el cielo con las manos y puede seguir impunemente haciendo lo que le plazca, que aunque aparentemente aparezca como enfermo, sabe perfectamente lo que hace y ademas esta bien protegido por todos los miembros de su familia, quienes no solo acatan sus directrices, sino que van más alla, a ver si alguno les explota en la mano ....
Qué duda cabe de que se trata de uno de los casos mas tristes que, como siempre,le tocará vivir a nuestro barrio.
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