miércoles

NUNCA ES TARDE... ¿O SI?


            Lo cierto es que no sé como comenzar este, digamos, comentario, al cual y desde aquella cercana tarde de un caluroso Viernes de Mayo en que le colocaran una placa en la puerta de su Botica, en su Trianero Altozano, le sobran todo tipo de comentarios, excepto una reflexión sobre el título, ya que éste Insigne hombre habría fallecido el 11 de Septiembre de 1975. ¡Te dormiste, Triana, con los calores de aquella siesta de Verano!
              Aurelio Murillo Casas, para la que Triana y sus trianeros eran la razón de su ser, de su vida social y más de uno diría que hasta profesional y, lo que es más duro de tragar en aquella época, familiar, pues no existe en su natural dedicación a Triana: ni la palabra no, y mucho menos la imposible.
             Nadie, absolutamente nadie que se acercara a su Botica, aquella de los mil tarros de Céramica de la Cartuja, en demanda de una ayuda, saldría con las manos vacías: Allí encontraban comprensión todo aquél que la buscara, y que llevara el problema que fuera, salía con las alforjas llenas de una Esperanza hecha realidad, si no al cien por cien, sí al menos para aguantar ese tiempo que te ayuda a seguir tirando. Estoy escribiendo, y al mismo tiempo recordando a un tal Juan de Dios que, con un cestillo postulante y descalzo por esos caminos, no tenía otro ideal que aquel de socorrer a los necesitados. 
              Aquél Juan de Dios del siglo XVI también fue Pastor, y con la oportunidad de disfrutar de una gran vida. También Aurelio fue Pastor ya que su único afán fue ayudar a su gente, principalmente, a sus trianeros, una gente agradecida la cual, y cuando su Boticario, Bienhechor y Defensor, fue designado: Concejal Delegado del Distrito de Triana, comenzó a denominarlo: Alcalde de Triana, llegando hasta el extremo de regalarle un "bastón de mando". 
               Podría, que duda cabe, seguir relatando los grandes valores que, a todos los niveles, engrandecen a la persona de Aurelio Murillo, como fuera conocido desde siempre pero, estimo que con sólo decir su nombre...









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