miércoles

ISABEL LÓPEZ


                                                              ISABEL LÓPEZ


            Cual satélite natural de un planeta eminentemente artístico como es Triana, el Barrio León también aportará su granito de arena a ese elenco de grandes figuras. En este caso me voy a referir, porque se lo merece, a Isabel López Fernández; una Bailaora por excelencia de amplios registros, los cuales y con total destreza despliega con auténtica fuerza y elegancia extraordinarias, gracias a un baile tradicional pleno de donaire, creatividad y una alta dosis de sensualidad Flamenca.
            Isabel López Fernández, nacería en plena Velá de Santiago y Sant´Ana; el día 24 de Julio de 1971, por lo que la casa número 23 de la calle Ángel Solanz se llenaría de alegría; parecía intuirse lo que comenzaría a despertar en ella tan sólo cuatro años después, ya que con tan corta edad, la niña Isabelita empezaba a apuntar lo que se confirmaría tres años más tarde, pues a los siete años, y bajo la dirección del Maestro Manolo Marín realiza sus estudios de Flamenco. Dos años después, y con tan sólo nueve años debuta en la sala de fiestas “La Trocha”, al tiempo que combina estos años con el aprendizaje del Baile Clásico Español con el Maestro Manolo León así como su dedicación a la perfección del Flamenco con la Bailaora “La Tona” (Pepa Montes). Los tablaos flamencos como: “Los Gallos”, “Casa Patas” disfrutarían de su forma de bailar al igual que sucedió cuando una vez ya en Madrid debutó en el “Café de Chinitas”. Sería Alfredo Amestoy y su programa “Trecientos millones” el que también la daría a conocer.
         Isabel López trabajaría con Manolo Marín en el espectáculo “A Contratiempo”, y con Gerardo Vera en “Azabache”, un espectáculo producido para la Exposición Universal de 1992, y en cuyo elenco se encontrarían Juanita Reina, Rocío Jurado, Imperio Argentina, María Vidal... Isabel López recorrería varios paises entre los que se encuentran: Alemania, Bosnia, aunque donde más tiempo estuvo fue en Japón con su pareja, y dedicada a su “Café de Chinitas de Tokio”. A comienzos del 2000, se regresa a España definitivamente y contrae matrimonio en Sevilla para afincarse en la cercana localidad de Dos hermanas. En su casa instalará un tablao no para la enseñanza propiamente dicha, sino para ayudar a aquellas en las que comienza a despertar el gusanillo del Baile Flamenco.
           Sería injusto que ésta figura del Arte Flamenco de Triana, dado su prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras, no se tuviera en la consideración de colocarle en su casa natal el azulejo que así la reconociera como a tantos artistas trianeros.











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