CAROLINA CORONADO
(El romanticismo)
Victoria
Carolina Coronado y Romero de Tejada. Escritora, novelista y poeta, nació el 12
de diciembre de 1820 en Almendralejo (Badajoz), en el seno de una familia acomodada,
pero de ideología
progresista, lo que provocó
que su padre y su abuelo fueran perseguidos.
Carolina sería educada en la forma
tradicional para las niñas de la época: costura, labores del hogar, etc. pese a
lo cual, ya desde pequeña mostraría su interés por la literatura. Comienza a
leer, robando horas al sueño, cualquier género u obra que pudiera conseguir. Debido
a esta inquietud desarrollaría una extraordinaria facilidad para componer
versos. Sus primeros poemas datan de la temprana edad de 10 años, con un
lenguaje algo desaliñado e incluso con errores léxicos y ortográficos, pero
espontáneo y muy cargado de sentimientos,
La afección de catalepsia (trastorno
repentino del sistema nervioso) crónica que padecía, posiblemente contribuyó en
su temperamento romántico. No obstante, llevaría una vida revolucionaria, ya
que en 1838, en plena guerra Carlista, Carolina emprendería con entusiasmo el
bordado de una bandera para un batallón creado con el fin de defender el trono
de Isabel II
El ser amiga de la reina, le
valió para que al marqués de Salamanca le vendiera a Carolina una parcela de
su finca en la que se construyó un palacete y que hoy ocupa la calle Lagasca en
Madrid.
Siendo de condición y pensar
revolucionarios, su residencia madrileña se hizo famosa por las tertulias
literarias que en ella se realizaban, ya que sirvió como punto de encuentro
para escritores progresistas, así como refugio de perseguidos, llegando a
asistir algunos de los más renombrados autores del momento, como Emilio Castelar.
Sin embargo, este refugio clandestino, y su afinidad por la revolución,
causarían que sufriese la censura de la época. Pese a ello, logró publicar
algunas de sus obras en periódicos y revistas hasta lograr cierta popularidad y
fama.
Participaría con fuerza en la campaña
contra la esclavitud, llegando a pertenecer, con Concepción Arenal, al núcleo dirigente de la Sociedad Abolicionista de Madrid. De 1868 datan los
versos: A la abolición de la
esclavitud en Cuba, poesía que provocaría un escándalo político al ser
declamada en público el 14 de octubre, poco después de estallar la Revolución
de ese mismo año.
Llegaría a ser catalogada como el "Bécquer" femenino de la época.
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