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EL GUERNICA


 


 EL GUERNICA
¿Homenaje o elegía?
 
 


            Este famoso cuadro fue encargado en la Embajada de España en Paris  por don Luis Araquistaín en representación del Gobierno Republicano el 28 de Mayo de 1937. Aunque Picasso donó el cuadro a la República, si aceptó una compensación de 150 mil pesetas en concepto de los gastos ocasionados. Esta gran obra, un Óleo sobre lienzo con medidas de 7,77 X 3,49 mtrs., es de estilo Cubismo-Surrealismo, siendo catalogada hoy como una de las más importantes del siglo XX. 
 

 
           Aunque su interpretación en profundidad es objeto de cierta controversia ya que todas sus figuras son simbólicas y suscitan opiniones tan diversas como, en cierta medida, encontradas.
 
 
            Cuando Picasso, por entonces Director del Museo del Prado, acepta el encargo de la Pintura, ésta no tendría otro fin que el de atraer la atención del público hacia la causa Republicana, durante el desarrollo de la guerra civil española. Para ello fue expuesto en el Pabellón Español en la Exposición Internacional de 1937 celebrada en Francia (Paris).
 
 
           La Exposición alojó un Pabellón de España gestionado por el gobierno legítimo de la República en el que, entre otros testimonios de la guerra, fue presentado el cuadro representando la denuncia del bombardeo de la Villa Vasca de Guernica el 26 de abril de 1937.
           Existen datos acerca de que, durante la Exposición: 25 de Marzo – 25 de Noviembre, fechas de inauguración y clausura, el cuadro recibió el título de GUERNICA en conmemoración del bombardeo infringido por la Legión Cóndor (alemana) y la legionarias Fuerzas Aéreas italianas.
 
 
           También se especula, aunque sin constatar, que este título se le ocurriría en Junio de ese mismo año al por entonces Delegado de Cultura de la Generalitat. No tiene sentido esta afirmación ya que está documentado que el nombre de GUERNICA para el cuadro que realizaría el malagueño Pablo Picasso ya estaba decidido de antemano.
           En el propio pabellón se ofrecieron en venta, a favor de la República, ejemplares de la serie grabada Sueño y mentira de Franco, igualmente realizada por Picasso en el mes de Enero del mismo año.
 
 
          Parece ser que pasado un tiempo, Picasso se lo dedicaría a su gran amigo muerto, por lo que lo retitula  "RECUERDO A MI AMIGO IGNACIO SÁNCHEZ MEJÍAS", el inolvidable torero que murió el 13 agosto de 1937, debido a una cornada en la Plaza de Manzanares; sería para el Pintor un desgraciadísimo hecho que fuera recogido principalmente por Miguel Hernández, Rafael Alberti y Federico García Lorca, entre otros afamados, y colegas del mismo Ignacio que se identificaban con su forma de escribir y entender la Literatura. 
          La intriga se puede apreciar en cómo se podría decir que el Guernica no representa pues ningún bombardeo, sino –y aquí entra ese enigma-, “la muerte de un torero".
 

 
          Así en el mural, y siendo imparcial a la hora de gestionar su simbolismo, reconocer que, en absoluto aparece ninguno que se pueda identificar con algo relacionado con un bombardeo, como pudiera ser la presencia de aviones, bombas en caída, destrucción etc. Sin embargo si se puede apreciar: el toro que se revuelve, encampanado, exaltado y con mirada humilde, que es la imagen que, con un poco de imaginación, podríamos captar como sería la de "Granadino" (el astado que lo mató). La cara de dolor del hombre caído el cual aún mantiene en su mano la espada rota simbolizando con ello su derrota en la pelea, al tiempo de cómo en la espada se aprecia una flor simbolizando con ello la esperanza de salvación. Se aprecia la ventanilla, un trozo de pared y personas expectantes, otras que corren para trasladarlo a una pobre enfermería a la cual acuden raudas, una persona aportando más luz con un quinqué de petróleo por entender escasa la de la bombilla, uno de los detalles más importantes del cuadro.







          La simbología de la madre con el niño en brazos, llorando, es la de todas las madres al perder a su hijo, sin importar la edad de este, por lo que muestran su gran angustia, así como todos los otros personajes que claman horrorizados, pues era un torero muy admirado y querido por la gente de la fiesta.
 
 
          No obstante, no dejan de ser muchas las preguntas que surgen ante la contemplación de esta magnífica obra, y lo más deprimente es que aún recurriendo a un sinfín de datos y referencias, no hay forma de encontrar la manera de poder desentrañar cómo si Pablo Picasso pintó este cuadro en Junio de 1937, se lo pudo dedicar a su amigo Ignacio que falleció en Agosto, y como en todo el conjunto no aparece nada, repito, relacionado con el bombardeo.
NOTA. Cuando el cuadro GERNIKA fue colgado y presentado en Paris, la respuesta de Picasso a la primera pregunta que le hicieron fue: “No, la pintura no está hecha para decorar las habitaciones. Es un instrumento de guerra ofensivo y defensivo contra el enemigo…
            En la actualidad esta gran obra de Pablo Picasso se puede admirar e intentar desentrañar sus simbolismos en el Museo Nacional del Arte Reina Sofía, donde se encuentra desde 1992.

    Rfcia. Internet:
              Solé i Sabaté y Villarroya
              Gelnikazarra
              Vicente del Palacio
              José A. Etxaniz
 
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