jueves

RECITAL ANIVERSARIO CL




 
 
CANTOS DE SOLEDAD

(Fragmento)

 

 

Cruz de Caño Quebrado,

dulce Cruz donde la vida

encontró la amanecida

aquel año que, marcado,

dejaba el alma desnuda,

y Sevilla, que tan muda

se quedó en aquel momento,

no fue capaz de enlazar

la Causa con el Efecto,

porque no fue Casualidad

el que Sevilla sufriera

un azote tan terrible

y de tan atroz manera.

 

Yo no quisiera pensar

que fuera el azar, tino

de tan amargo siniestro,

más bien, algún desatino

cuando alguno de los nuestros

mofándose de la muerte,

sólo pensaba en su suerte

como único destino.

 

Así debió de entenderlo

un sevillano y buen Hombre,

Francisco Sánchez, su nombre,

cuando en Sevilla iniciaba

aquella hermosa gestión,

para cerca, en Monte-Sión

dejar perfecta, instalada

la Cruz de Cerrajería

que llegado a nuestros días,

hoy en San Buenaventura,

alumbra la parte oscura

de duros comportamientos

y amargas tribulaciones;

Tribulaciones que hicieron

posible la Redención

de Ése Cristo tan perfecto…

 

Cristo de La Salvación,

ante tu imagen deshecha

miré el Clavo de tu Mano,

la Herida de tu Costado,

y esos pies agujereados

siembra de tantos caminos,

de tanto andar el sendero

 por los perfiles del alma;

Ahora ya los dos en calma

llegados a ese destino

que sellaron con tu Ley,

y esa Corona de Rey

que vi sobre tu Cabeza

también me causó tristeza;

Y es que otra Primavera,

he visto a la Golondrina

pasando junto a mi vera

huérfana de las espinas

que clavaran mis pecados…

 

También he visto nublado

el fondo de tus pupilas,

sin brillos, ensangrentados,

porque ni aun muerto quisiste

que a Ti, te viéramos muerto;

Por eso están entreabiertos

como queriendo decir:

¡Qué nadie te sienta muerto,

que quieres parecer vivo

y así los cinco sentidos

creer que siguen despiertos!

 

¡Ay! De ese Divino Estertor

terrible de tu Agonía

que dejó tu Cara fría,

llevándose el esplendor

que hace un momento tenías.

 

Miré también tus rodillas,

y pude ver a la flor

que en ellas languidecía,

y se quedaba vacía,

sin aromas, sin color…

 

La tristeza de tu Boca,

y tus labios amoratados,

eran cirios apagados

en medio de la tormenta.

Ya tu sangre no calienta;

Tu Corazón no palpita,

como tu Llaga, está abierto,

y yo noto en mis adentros

como el pulso de mis venas

están doblándome a Muerto.

 

Ahora son las azucenas

de la Tierna Soledad

las que hacen un llorar

de la sangre de mis venas;

Sólo Ella, y nadie más

puede el aire perfumar

cuando veo tanta Pena.

 

Por eso…

Dios te Salve Soledad.

Dios te Salve Inmaculada;

Sublime Rosa de Amor

 y por Amor deshojada

 la tarde del Viernes Santo

cuando la tarde se acaba…

Sin embargo esta mañana

eras Rosa de Pasión,

tan Sutil, tan Primorosa,

tan Exquisita y Hermosa

que yo no he visto otra flor

vistiendo a la Primavera,

como Ésta que a mi vera

desborda con su Fragancia,

y es que Ella es la Elegancia

del Jardín de los sentidos;

Y aunque su Pecho esté herido

y su Corazón abierto

siempre estará la ilusión

de esta tierra Franciscana,

que cual frágil Mariposa

va derramando Gloriosa

rocíos de filigranas.

 

También la vi esta mañana

como Rosa y Jardinera

Que el mismo Cielo quisiera

 volara hacia las alturas,

y así, con esa Ternura

de Rosa tan Elevada

poder dejar encantadas

a todas las demás rosas;

Todas de Dios, deliciosas

fantasías de Hermosura,

rosas de Amor y locura

como Ésta Rosa Preciosa

Flor de San Buenaventura.
 
 
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