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EL PUENTE DE LA BARQUETA



             ENTRE SEVILLA Y TRIANA
      (25 años)
      
            En estos días de finales de Mayo, pero de 1989, Sevilla vivió unos momentos muy difíciles por culpita de los vientos que nos dejan como hoy los ocasos de la Primavera. El caso es que aquella mañana, mucho público estábamos expectantes ante el acontecimiento de traer hasta nuestra orilla aquella mole de 1.100 toneladas de puro acero y que con el nombre de “Puente de la Barqueta” habrían de desplazar sus dos ingenieros: Juan J. Arenas y Marcos J. Pantaleón desde aquella otra ribera que, con el nombre de “Las Erillas”, estaba dando cuna a su construcción por parte de la firma Megusa, contratada a su vez por las empresas Auxini y Ensidesa.
             Pasadas las nueve treinta de la mañana, tiraban las poleas se fajaban los cabrestantes, y aquellos entramados flotantes a modo de barcazas deslizaban sobre las tempraneras y grises aguas del Guadalquivir, gracias a poderosos cables, una auténtica filigrana que más tarde sería premiada por la Convención Europea para la Construcción Metálica, y que con el tiempo se convertiría en uno de los símbolos del progreso en nuestra ciudad.
             Faltaban tan sólo unos metros para alcanzar nuestra orillita Trianera, cuando de pronto se oyó un enorme crujido, y sin que nadie tan siquiera emitiera un leve susurro, aquella mole tomó por su cuenta el camino de vuelta... ¿Acaso no quería estar en esta orilla?
             No, no fue eso, eso no tendría sentido tratándose de esta orilla. Lo que ocurrió fue que el dios Eolo mandó tal cantidad de viento que rompió uno de los cables. ¡Sin problemas! Dijeron, y esa misma madrugada todo quedó de nuevo pertrechado... por lo que a la mañana siguiente y el camino expedito todo quedó perfectamente consumado.
             Y allí quedó anclado sobre sus recios pilares el que hoy luce Sevilla, y que, aunque Puente de Mapfre, porque esta firma sería la que lo financiara, es con sus 214 metros de longitud el Puente de la Barqueta.
 





 


 
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5 comentarios:

  1. Interesante recuerdo éste acerca del puente de la Barqueta. Yo estuve allí, y lo que no se puede negar es que llevas la poesía en la sangre, ¡qué forma de explicar aquella mañana y lo relacionado con la construcción! Ya me gustaría escribir así, pero no importa ya lo haces tú por mí...jeje. Saludos. Carmelo.

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  2. Como me has recordado lo mayor que estamos, pero si parece que fue ayer cuando vivíamos todos estos momentos que ahora apreciamos más que antes, al menos yo. Como recuerdo la expo. En fin gracias por traer estas imágenes tan memorables y espero que algún día nos traigas más de lo que tengas de la expo, me encantaría. Juan. Castilleja.

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  3. Apreciado Santiago, soy Antonio Romero y tengo también un blog en el que desearía poner lo que tú sobre el puente de la barqueta. He visto que tienes cerrado el blog temporalmente; no me importa esperaré, así tiene más solera. Gracias y el saludo afectuoso de un colega.

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  4. Magnifico documento. Este tendra con los años el valor de los que ahora vemos de la Sevilla antigua. Felicidades. R. Jose.

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  5. Estimado Antonio. Ya estoy de vuelta y he visto tu comentario-petición a la que accedo gustoso, pues todos mis trabajos están para la mayor divulgación de mis humildes conocimientos, y cuyos datos no voy a banalizar nunca, así que adelante, ya me dirás el título de tu blog para hacerme seguidor. Saludos.

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