sábado

LA CERÁMICA DE TRIANA EN SEVILLA


         Curiosear, investigar, fisgonear. Tómese una cualquiera de esta accesiones de la Real Academia de la Lengua, aplíquese a un buen paseo por la Sevilla de siempre, y agarrándonos a estas entradas, nos encontraremos, no por casualidad, sino por ese arte del fisgoneo, con alguna puerta de las de mucha solera existentes en la ciudad.  A un servidor siempre le puede el curioseo, y es por ello que no me puedo resistir a  averiguar que hay en su interior cuando apenas he vislumbrado en alguno de los rincones del zaguán a los que afortunadamente llegaba un delicado rayo de luz natural.
           En esta ocasión, aunque por motivos diferentes ya que estos se encontraban en el caminar a la búsqueda de retablos y azulejos callejeros de Cerámica, mi próximo trabajo,  tocaba la Plaza del Museo y sus alrededores. Paso a la acera de enfrente desde donde me sublima el estilo Mudéjar de nuestro Museo de las Bellas Artes, cuna de la esencia del Barroco Sevillano, y que para tal fin fuera instituido en 1841 ya que el edificio habría de ser anteriormente abierto como Convento de la Merced en 1835.
Tras un rato de solaz entretenimiento, y sin abandonar la acera, me doy la vuelta y... una magnifica puerta medio abierta me invita a la investigación, al fisgoneo, vaya. Abro un poco más y lo que contemplo en su interior me eleva a una potencia tan indescriptible que con el nerviosismo característico de quien va a cometer un delito doy unos pasos del más puro ballet con el fin de que no se me oiga. Entonces me comentan mis duendecillos: "No te pares a contemplar; impresiona primero estos paños con tu maquinita, y, luego más tarde , si puedes, disfruta con la contemplación". Así lo hice, y aquí tenéis el resultado. No hacen falta más comentarios; únicamente pedir disculpas dada la calidad y el encuadre pero, es que en ese momento no había más...
 


 
 
 

4 comentarios:

  1. Cuántas cositas buenas estás dejando en tu blog. Casi, digo casi me atrevería a asegurar que muchos que hablan de la cerámica de Triana desconocen estos cuadros. En la primera ocasión que tenga voy a darme un garbeo por allí, al fin y al cabo la plaza no están grande y unos cuadros así tienen que estar en una casa muy señorial. Saludos de Eladio.

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  2. Sí, Eladio pásate a verlos, merece la pena, además al natural son indescriptibles. La casa es el número 5.

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  3. De verdad, tu blog es un regalo enorme. Pones el alma en la elaboración de las páginas, eso se percibe y además es por el motivo que bordas exquisitamente cuanto haces...

    ¡¡¡GRACIAS!!!

    Mari Carmen.

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  4. No tienes porque darlas Mari Carmen, ten en cuenta que me crié entre siete mujeres y al final terminé aprendiendo hasta bordar en un bastidor.

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