DE LO MONUMENTAL A LO VULGAR
Corría
el Verano de 1965 cuando el madrileño natural de la Mata, Ramón Areces Rodríguez inicia las negociaciones para
el derribo de varios palacios emblemáticos como fueron el del
Marqués de Palomares, que posteriormente fuera adquirido por Jorge
Baldeau, el de Miguel Sánchez Dalp natural de Aracena Huelva, y el
colegio Alfonso X el Sabio, con el fin de levantar el tan “admirado
de todos por su encanto” Corte Inglés. Y todo ello con el
beneplácito de los sevillanos más ilustres como el entonces alcalde
José Hernández Díaz, “prestigioso catedrático del Arte”.
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