CASA
DE LOS ARTESANOS
Algunos
podrán pensar que estoy siendo un poquito pesado con esto de haberse
llevado de la Casa de los Artesanos, el
tan valioso, como apreciado Azulejo de la Esperanza de Triana, y que
durante tantas décadas allí estuvo colocado. No obstante, ante los
nuevos y variados resultados obtenidos, hay que insistir...
Ahora
sabemos que la citada obra Cerámica fue encargada por José
Ruíz Flores propietario en 1936 de la
actual Casa de los Artesanos y que en aquella época
era su Tejar, “La Tallería”. Que el mencionado
encargo se hizo en razón de que en la sala del Horno grande (arriba
estaban los dos hornos gemelos pero más pequeños), años más
tarde, parte del Taller del Escultor Augusto Morilla, y en
cuyo interior y debidamente tabicado como si estuviera cargado para
la correspondiente cochura, estuvo escondida la Sagrada Imagen de la
Esperanza de Triana. Que al fallecimiento de “Joselito”,
como era popular y cariñosamente conocido en Triana, su Viuda de
nombre Carmen y a instancias de su hermano Antonio,
aunque Cirilo el hermano de José no estaba muy
de acuerdo, vendió todo el edificio, en el cual y en calidad de
inquilinos existían gran cantidad de Artesanos. El Azulejo se lo
encargaría en 1940 al Pintor Ceramista Antonio Morilla Galea
de la Fábrica El Carmen, regentada por su hermano
Francisco, y ubicada entonces en la calle Alfarería, 17 (Hoy
edificio de una planta con el número 29). Aquí, me surge la
pregunta que como diría un amante de los tópicos: ¿Por qué no se
reunieron todos los artesanos y compraron el edificio?
Su
devoción por la Imagen de la Esperanza de Triana, de la que años
después sería Hermano de Honor y Medalla de oro, haría que en 1954
se creara un nuevo azulejo para la fachada con motivo del paso de la
Virgen, vestida toda de Blanco y sin Palio, por la estrechísima
calle Covadonga la noche del 31 de Octubre de 1950, camino de Santa
Ana, ya que el 1 de Noviembre se celebraría Función Principal en la
que sobre la Virgen se declararía definitivamente el dogma de su
gloriosa ascensión a los cielos por Pío XII (Año Mariano).
Ya
estamos de acuerdo en que cuando Juan Silverio de la Chica compra el
edificio lo hace con todo el contenido, por lo que justo es reconocer
que el Azulejo pasó a ser de su propiedad material pero, entonces,
por qué recurrió a su desmontaje durante un fin de semana, cuando
sabía que en la casa no había nadie, y, principalmente, por qué no
respetó la razón por la cual el Azulejo se encontraba en semejante
lugar, aun sabiendo como sabía perfectamente el motivo por el que la
citada obra se encontrara en ese paño de pared.
Hoy
nos encontramos a la Casa de los Artesanos huérfana de
su querido Azulejo. Al mismo tiempo nos lo encontramos colocado en
la Fachada de la Capilla de la Esperanza en la calle Pureza, y nos
preguntamos: Qué razones se han movido para que: 1º Silverio lo
haya donado a la Hermandad, 2º por qué lo ha hecho a través de
Vicente Acosta Domínguez, y 3º por qué la Hermandad se ha prestado
a ello aún sabiendo lo que había detrás de semejante hecho,
independientemente de ser conocedora además: del arraigado
sentimiento que el azulejo tenía en el corazón de sus moradores.
Yo
no dejo de investigar, por lo que a cada paso que doy me encuentro
con nuevos datos aunque he de confesar que algunos son complicados
de constatar, que no difíciles, todo es cuestión de seguir en ello.
Por ejemplo: Esta semana me han sido revelados datos que no cuadran
con el perfil de la donación, y que a petición de los informantes
he de dejar en el anonimato, aunque si he de decir que ambos
trabajaron como ceramistas tanto en el Tejar La Tallería
como en la Fábrica El Carmen, ubicada en el actual número 29 de calle Alfarería. Y que al mismo tiempo me
manifiestan su descontento ante el deplorable estado en el que se
encuentra el Azulejo-Retablo que, en calidad de conmemoración por el
citado paso de la Esperanza por la calle, preside la fachada del
edificio, y el cual también sería encargado al Pintor Antonio
Morilla por José Ruíz
Flores en aquella época Mayordomo de la
Esperanza.
Por
otra parte, recibo una nueva información (pendiente de confirmar):
Se trata de que me aseguran que la Sagrada Imagen de la Virgen de la
Esperanza de Triana, fue guardada con grandísimo secreto,
evidentemente, por un muy allegado Cofrade a la Hermandad, en la casa
de un tal José Percio, más conocido popularmente en Triana
por el sobre nombre de “Canito”, domiciliado a la sazón
en la calle Pureza, y que la Imagen del Santísimo Cristo de las Tres
Caídas fue delicadamente envuelta, y trasladada en un carro entre
una carga de patatas, siendo escondida en un hueco de la escalera del
domicilio particular que por entonces el Hermano Mayor de la
Hermandad Francisco Gordillo, poseía en la calle Betis.
Tras
ultimar detalles acerca de la información recibida, me la enriquecen
con la siguiente, a mi juicio, primicia: En la década de los
cincuenta -me comentan- : Rafael Chaves (modelador), Joselito,
y Manolín Pérez que sería más conocido en Triana por haber
formado posteriormente un grupo de Murga con unos amigos entre los
que se encontraba un tal “Escalera”, realizarían una imagen de la
Purísima de considerables medidas y que una vez acabada sería
donada a la Fundación Carrere y, de donde al día de hoy, al
parecer, desapareció ya que preguntada a la nueva Congregación, me
comentan no consta en ningún inventario.
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