martes


LA SEPTIMA

Cuídala bien costalero
y al enfajarla con fuerza,
acuérdate de no ahogar
a ese diafragma sencillo;
que él pueda respirar
y así poder soportar
ese peso que al morrillo
por amor le vas a echar.
Si en la primera se clava
el peso de mis pecados,
en la segunda se advierte
que no hay que tentar la suerte
que en la tercera ha calado
cual eco que en la cuarta suena
como si fueran cadenas
que en una y otra chicotá,
en la quinta muerde el peso
y se amarra como un beso
que a la sexta va a besar,
y en la séptima encontrar
el culmen de esos sillares
que requieren los andares
de tu entrega a los demás.












1 comentario:

  1. Muy acertado este artículo-recomendación, y más viniendo de alguien que me consta que nunca ha sido costalero,pero vale lo suyo, sobre todo cuando se observa la primera fotografía: "Vaya burrada que cometen algunos". Muy bueno, Santiago.
    Tu amigo Manolo el Fisio.

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