jueves

MANUELA CARRASCO LA “PIQUER” DE TRIANA


                Hoy día 15 de Diciembre, como otro día cualquiera, me he dado mi vuelta habitual por Triana a la búsqueda de novedades que nunca faltan en este Universal Barrio. Deambulaba por ese“caprichoso” trozo peatonal de la calle San Jacinto cuando, todo decidido, me encaminé a la casa donde vivía mi amiga Manuela Carrasco, ya sabéis “La Piquer de Triana” como siempre fue conocida, al menos, por sus amigos. Y digo vivía porque al llegar al portal y preguntar por ella ya que en su ático no respondía nadie, me informaron de que hacía tiempo que había fallecido.
                Yo le fallé porque en nuestros diferentes encuentros allá arriba de su casa y con la espadaña de la Capilla de la Estrella al fondo, me recitaba sus poesías, pues le gustaba escribir y me contaba historias inverosímiles acerca de cómo lo hacía cuando le venía alguna idea.
                El mero hecho, amiga Manuela, de no haberme enterado antes es porque en Triana no ha habido eco de ese entierro tan peculiar que deseabas te hicieran y del cual me hiciste partícipe…
               
Febrero de 1958 Homenaje a Sara Montiel

Marzo de 1972 Homenaje al Maestro Solano.  De izquierda a derecha:  La "Piquer", Pepito Acevedo, Gracia de Triana, Lola Flores, Carmen Flores, Salado y Lola Carmona.

Año 1956. El grupo de artistas de Rafael Santisteban. Al lado de "La Piquer" Paloma San Basilio.

En Radio Madrid, "La Piquer" con Mari Sampere.

En una cena homenaje "La Piquer" al lado de Imperio de Triana.

Madrid, en el Teatro Real "La Piquer" con Doña Cocha Piquer.

"La Piquer" en su casa de calle San Jacinto.


Quisiera subir al cielo
Y recitar un poema
Pa tos los grandes artistas
Que quedaran en la tierra.
Del baile Carmen Amaya,
Del cante Pepe Mairena,
La gran Niña de los Peines,
El Pinto y la de Antequera.
Tener de Presentador
A un Manolo Caracol
Cantándole a Lola Flores
Un cante por Carcelera.
Y a ése gran Niño Ricardo
Con su guitarra flamenca
Tocando una Soleá
Como fondo musical
Que acompañara el poema.
Teniendo yo ese auditorio
La noche sería eterna;
Viendo bailá a Farruquito
Yo no bajaría a la tierra,
Y aunque las puertas del cielo
San Pedro tuviera abiertas,
Yo me quedaría allí
Para seguir la gran fiesta.
Y en mi tablao flamenco
Puesto en el centro del cielo
Que me cantara Machín
Su lindo Angelitos negros.
Como invitada de honor
Que apareciera una Estrella
En su jaca galopando
Y su rizo, bien compuesta,
Que viniera acompañada
De Don Antonio Mairena.
Y como broche final
También cantaría en mi fiesta
La gran Doña Concha Piquer
Maestra de las maestras.

                Este poema sería escrito a las cinco de una fría mañana de un mes de Diciembre en un rollo de papel higiénico.

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